OSLO (AFP).- Los equipos de salvamento noruegos suspendieron el martes la búsqueda de supervivientes del accidente del «Rocknes», un carguero que volcó el lunes en aguas heladas en frente de las costas noruegas de Bergen (sudoeste) dejando un balance de 18 muertos, entre ellos 16 filipinos.

A las 16H00 (15H00 GMT), cuando las operaciones de salvamento se transformaron en una búsqueda de muertos, todavían quedaban 15 marinos desaparecidos bajo las aguas glaciales.

Hasta ahora, los socorristas han sacado a flote tres cadáveres y rescatado 12 marinos.

«Hemos suspendido la búsqueda de supervivientes a las 16H00» (15H00 GMT), indicó a la AFP Ben Wikoeren, portavoz del centro de salvamento de Sola, en el sudoeste de Noruega.

«Pasamos a una nueva fase en la que buscamos a los muertos», agregó su colega Birgit Sildnes.

Entre las presuntas víctimas figuran 16 filipinos, un alemán y el capitán noruego.

Una parte de los desaparecidos quedaron bloqueados bajo el casco del navío, que debe estar lleno de agua dado que ya transcurrieron casi 24 horas desde que se produjo el accidente.

Los socorristas no han logrado acceder al casco porque no se pudo estabilizar y los restos del barco se movían continuamente, explicó Wikoeren. «No creemos que haya supervivientes en el navío», agregó.

No hubo señales de vida desde el lunes por la noche, cuando tres marinos fueron rescatados de la sala de máquinas, en la que estuvieron bloqueados durante siete horas hasta ser localizados por los socorristas gracias a los golpes que daban contra las paredes metálicas.

Estos supervivientes, a los que el vuelco del barco pilló por sorpresa, lograron sobrevivir gracias a una bolsa de aire que se formó bajo el casco.

Los supervivientes «dicen que todo sucedió muy rápido. En menos de un minuto, según uno de ellos», indicó a la agencia FNB August Bakke, un médico del hospital de Bergen al que fueron trasladados once de los marinos.

Las autoridades examinaban el martes la posibilidad de insuflar aire bajo el casco para estabilizar los restos del barco antes de remolcarlo hacia una dársena en la costa.

Las búsquedas fueron complicadas debido al frío, responsable de que el casco fuera tan resbaladizo dificultando las tareas de los socorristas, y a las peligrosas corrientes marinas que ponían trabas al trabajo de los buzos.

Por razones desconocidas hasta ahora, el «Rocknes», explotado por la compañía noruega Jebsen Management, se hundió, con treinta personas a bordo, en escasos minutos el lunes por la tarde en el fiordo de Raune, a solo unas decenas de metros de la costa.

Algunos testigos dijeron que habían visto un largo desgarrón en el barco, lo que refuerza la hipótesis de que hubiera chocado contra el fondo marino o un arrecife antes de volcar.

El «Rocknes», que se dirigía a la ciudad alemana de Emden (noroeste), fue sometido a una revisión en agosto pasado en la que no se descubrieron fallos.