BAGDAD (AP) _ Miles de peregrinos llegaron el sábado a pie a un santuario chií en Bagdad al iniciarse una importante conmemoración religiosa, mientras se prohibía el ingreso de vehículos particulares a fin de evitar atentados por parte de extremistas suníes. Por lo menos 18 personas murieron en la violencia política y sectaria.

En un comunicado, el primer ministro Nouri al-Maliki pidió a los iraquíes que cooperen con las fuerzas de seguridad durante las ceremonias en que se conmemora la muerte, en el 799 de nuestra era, del imán Moussa Kadhim, uno de los 12 santos chiís. El imán está enterrado en un santuario con cúpula dorada, en el distrito de Kazimiya, al norte de Bagdad.

Se espera que decenas de miles de chiítas visiten el santuario el domingo, cuando las ceremonias lleguen a su momento culminante. Ante temores de ataques a los peregrinos, el gobierno prohibió el acceso de vehículos particulares a las calles de Bagdad entre el viernes en la noche y el lunes en la mañana.

Preocupado por las tensiones entre chiís y sunés, al-Maliki, un chií, advirtió que el gobierno no tolerará que las ceremonias se transformen en un acto político. En un mensaje a los clérigos, dijo que éstos deben alentar a sus feligreses a unirse «y evitar todo aquello que conduzca a luchas sectarias’’.

Las ceremonias se registran durante un gran operativo de seguridad estadounidense-iraquí destinado a frenar la violencia entre facciones religiosas.

El sábado, nueve personas murieron en Baqouba, uno de los principales sitios de enfrentamientos entre sunitas y chiítas, situado a 60 kilómetros al noreste de Bagdad.

También el sábado, cuatro soldados murieron cuando estalló una bomba al paso de la caravana en que viajaban, en Diwaniyah, a 130 kilómetros de Bagdad, dijo el teniente de la policía Raed Jabir.

Además, cinco personas fueron asesinadas el sábado en actos de violencia a través de Irak.