Mueren 18 niños en atentado Irak

<p>Mueren 18 niños en atentado Irak</p>

BAGDAD (AFP) – Dieciocho niños que jugaban a fútbol murieron este martes en un atentado con coche bomba en Irak, cuyas autoridades convocaron una conferencia internacional en Bagdad para tratar de poner fin a la violencia, comparable a una “guerra civil”, según admitió Estados Unidos.

Los actos violentos golpearon además Bagdad, donde 16 civiles perecieron en las explosiones de dos coches bomba, artefactos y obuses, mientras que a 370 km más al norte, en Mosul, seis policías perdieron la vida en un atentado suicida.

Según una fuente del ministerio de Defensa, un total de 18 niños de entre 10 y 15 años que jugaban a fútbol murieron en la deflagración de un coche bomba que se produjo cerca de una cancha en Ramadi, capital de la provincia rebelde sunita de Al Anbar. Frente al caos y la violencia que se cobra cada día decenas de víctimas en Irak — pese al gran despliegue de las fuerzas iraquíes y estadounidenses y los planes de seguridad —, el gobierno invitó a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y a sus países vecinos, incluidos Siria e Irán, a participar en una conferencia internacional en Bagdad.

“El objetivo es obtener el apoyo (de los participantes) al proceso político, a los esfuerzos de reconciliación y al plan de seguridad”, declaró a la AFP Sami al-Askari, al precisar que Bagdad espera organizar ese encuentro a mediados de marzo.

“Queremos que todos los países vecinos abandonen toda intervención (en Irak) y presionen a los grupos armados con los que están vinculados para que cesen la violencia”, agregó el consejero.

La lista de invitados está compuesta por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China), Siria, Irán, Turquía, Jordania, Arabia Saudí, Kuwait, Egipto, la Liga Arabe, la Organización de la Conferencia Islámica y, eventualmente, la Unión Europea, señaló.

   La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, confirmó que su país participaría en la conferencia.

   Entretanto, el jefe de los servicios de inteligencia, Michael McConnell, declaró que la situación política y de seguridad en Irak evolucionaba hacia la “mala dirección” y que el término “guerra civil” se ajustaba a “los elementos esenciales del conflicto”.

   “A menos que los esfuerzos destinados a invertir esta situación tengan realmente un efecto en 12 a 18 meses (…), consideramos que la situación de seguridad seguirá deteriorándose”, admitió McConnell.

   La violencia sangrienta se perpetúa pese a los esfuerzos de las tropas iraquíes y estadounidenses para pacificar Bagdad y otras regiones, donde se arrestan a diario a decenas de personas.

   Por otro lado, el ejército de Estados Unidos perdió entre el lunes y el martes a cuatro de sus soldados en varios ataques.

   Paralelamente, la investigación sobre la tentativa de asesinato del vicepresidente chiita Adel Abdel Mahdi, quien resultó levemente herido en un ataque registrado el lunes en Bagdad, se orienta en estos momentos hacia la pista “interna”, según la policía.

   El vicepresidente se encontraba en la sede del ministerio de Municipalidades y Obras Públicas cuando un artefacto estalló en el interior del edificio.

   Un total de 35 empleados del ministerio fueron interrogados para determinar “cómo pudo introducirse la bomba en el edificio”, señalaron fuentes policiales.

   La explosión dejó al menos cinco muertos y 31 heridos.

 EU pierde 4 soldados
BAGDAD (AFP) – Cuatro soldados estadounidenses murieron al estallar sendos artefactos artesanales al paso de sus patrullas, al suroeste y en el centro de Bagdad, anunció este martes el ejército norteamericano.   Este martes, “una unidad de la fuerza multinacional de Bagdad se topó con un artefacto artesanal mientras realizaba una operación de rastreo al suroeste de Bagdad”, indicó el ejército estadounidense en un comunicado.

“Tres soldados murieron y un cuarto resultó herido”, precisó la nota.

El ejército de Estados Unidos también señaló la muerte, el lunes, de otro soldado norteamericano en un ataque similar contra un vehículo blindado ligero de una unidad desplegada en la localidad de Diwaniya, a 180 km al sur de Bagdad.

   Con estas muertes ascienden a 3.158 las bajas estadounidenses desde la invasión de Irak, en marzo de 2003, según un balance de la AFP en base a cifras del Pentágono.

   Miles de refuerzos estadounidenses deben llegar a Irak dentro del marco del nuevo plan de seguridad iraco-estadounidense para acabar con la violencia endémica en Bagdad.

   Esta estrategia prevé el despliegue sobre el terreno de un gran número de militares norteamericanos, que realizarán patrullajes y rastreos, de forma que estarán más expuestos a ataques y atentados con artefactos.

   El jefe de los servicios de seguridad estadounidenses, Michael McConnell previno desde Washington este martes que Irak va “en una mala dirección”, tanto desde el punto de vista político como en materia de seguridad.

   McConnell consideró que el término “guerra civil” describe bien “los elementos esenciales del conflicto iraquí”.

   “A menos de que los esfuerzos para invertir esta situación tengan efectos reales en los próximos 12 a 18 meses (…), la situación de seguridad seguirá deteriorándose a un ritmo comparable al del segundo trimestre de 2006”, precisó el director del servicio estadounidense de seguridad nacional en una comparecencia ante la comisión de las Fuerzas Armadas del Senado.

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