JERUSALEN (AP).- Una palestina suicida que se voló en un autobús en Jerusalén el miércoles mató a otras dos personas e hirió por lo menos a 16, informó la policía. El ataque se produjo dos días antes del día más reverenciado en el calendario judío, Yom Kipur (Día del Perdón), en momentos de intensa presencia policial en todo el país. Israel impuso el cierre de Cisjordania la semana pasada al comienzo del período que celebra el año nuevo judío.

   El ataque ocurrió en el barrio Colina Francesa, una zona judía aledaña a la Margen Occidental que ha sido escenario de otros ataques.

   La Brigada de los Mártires Al Aqsa, un grupo violento al que se vincula con el movimiento Fatá de Yaser Arafat, se atribuyó el ataque en un llamado telefónico a la Associated Press. El grupo identificó a la suicida como Zainab Abu Salem, de 18 años, del campamento de refugiados Askar cerca de Naplusa en Cisjordania.

   Funcionarios de los servicios de socorristas y testigos dijeron que la muchacha se dirigía a una parada de autobuses cuando dos oficiales paramilitares se le acercaron y al parecer le impidieron el paso.

   «La operación de los policías fronterizos hoy en Jerusalén impidió un gran ataque»», dijo el jefe de policía jerosolimitano Ilan Franco en el lugar del estallido.

   La explosión destruyó la parada de autobuses y dejó una alfombra de vidrios rotos dispersos en la carretera y el olor acre de goma quemada.

   La policía dijo que la mujer llevaba de 3 a 5 kilogramos de explosivos en una bolsa.

   Una palestina de 32 años, que se identificó como Umm Muhammed, dijo que la explosión ocurrió a unos 200 metros de su casa en el vecindario de Shuafat.

   «Oí el retumbar de la explosión, un sonido muy intenso, salimos, vimos el humo y la gente judía que salía corriendo»», dijo.

   El primer ministro Ariel Sharon, acosado por sus tradicionales partidarios que se oponen a su plan de retirarse de la Franja de Gaza y cuatro asentamientos en Cisjordania el año próximo, advirtió que no cejará en la lucha contra los atacantes.

   «Fue un ataque grave, algo que nos obliga a seguir combatiendo el terrorismo como lo hemos hecho en el pasado»», dijo Sharon al Canal Uno de televisión.

   En otra entrevista radial, concedida horas antes del ataque, Sharon insinuó que Israel matará algún día a Arafat del mismo modo que lo ha hecho con líderes del grupo Hamas.

   «Hemos actuado contra la gente de Hamas y desde entonces hemos agregado más gente a esta lista»», dijo a la radio israelí. «Cuando llegue el momento adecuado, actuaremos del mismo modo con Arafat»».

   Fue el primer ataque palestino suicida desde el 31 de agosto, cuando un par de atacantes mataron a 16 personas en la ciudad sureña de Beersheba, y el primero en Jerusalén desde el 22 de febrero.

   Los atacantes palestinos han protagonizado más de cien ataques suicidas en Israel durante cuatro años de lucha. Por lo menos ocho fueron lanzados por mujeres.

   La mayoría de las mujeres estaban vinculadas con el grupo Al Aqsa, aunque Hamas y Yihad Islámica también enviaron atacantes mujeres.

   Algunos expertos en la lucha antiterrorista conjeturan que los atacantes han apelado a las mujeres porque despiertan menos sospecha en los soldados israelíes.

   El ministro palestino Saeb Erekat condenó el ataque diciendo que los palestinos se oponen a toda violencia en perjuicio de civiles, e instó a Estados Unidos a ejercer su influencia para llevar a israelíes y palestinos a la mesa de negociaciones.