El Cairo. EFE. Al menos 25 personas fallecieron ayer  en Siria, la mayoría en los bastiones opositores de Idleb y Homs, en una nueva jornada de violencia pese a la presencia sobre el terreno de la misión de observadores árabes.  

Diez de las víctimas perecieron en la provincia central de Homs, nueve en la septentrional de Idleb, cuatro en la oriental de Deir el Zur, una en Hama (centro) y otra en Duma, en los alrededores de Damasco, según el último recuento difundido por los opositores Comités de Coordinación Local (CCL).   En Idleb, una de las localidades más afectadas por la represión de las fuerzas leales al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, fue la de Saraqeb, que resultó atacada con proyectiles de mortero.   Según los CCL, al menos dos civiles murieron en Saraqeb, mientras que otros dos perdieron la vida en la población de Areha, también en Idleb, en la que irrumpió el ejército con tanques.   Entretanto en Homs, donde ayer murió un periodista francés, las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra una manifestación que pedía la caída de Al Asad.   Además, el barrio de Al Jalidiya de Homs fue escenario de enfrentamientos entre las tropas del régimen y los militares desertores del Ejército Sirio Libre.   En su nota, los CCL precisaron que una de las víctimas mortales era una menor y otros dos soldados desertores.