Mueren 28 en varios atentados Irak

<p>Mueren 28 en varios atentados Irak</p>

BAGDAD  (AFP).- Irak volvió a ser ayer el escenario de atentados, con más de 28 muertos, entre ellos una estadounidense de una ONG norteamericana y dos agentes de seguridad extranjeros fallecidos en una emboscada en Bagdad. Estas acciones tiñen de sangre una capital todavía de luto por su jornada más mortífera desde que comenzó el año, el martes, con más de 100 decesos en varios ataques sólo en Bagdad.

Cuatro personas, una estadounidense de una ONG norteamericana y un croata, un húngaro y un iraquí que trabajaban en una compañía de seguridad, murieron este miércoles en una emboscada al oeste de Bagdad, dijo desde Washington a la AFP su director regional para Oriente Medio, Leslie Campbell.

La estadounidense fallecida trabajaba para el National Democratic Institute (NDI), una organización no gubernamental que trabaja en Irak en los ámbitos de la gobernanza, la educación cívica y el apoyo a los partidos políticos locales.

El atentado tuvo lugar cuando el convoy salía de la sede del Partido Islámico, la principal formación sunita iraquí, precisó a la AFP uno de sus diputados, Nassir Al-Hani.

Por otra parte, 15 personas murieron y otras 33 quedaron heridas el miércoles al estallar un coche bomba en el barrio popular chiita de Sadr City, en Bagdad, bastión de las milicias del jefe radical Moqtada Sadr, dijo un portavoz de los servicios de seguridad.

La explosión se produjo cerca de un mercado muy concurrido, en este barrio del este de Bagdad.

En Kirkuk (norte), al menos nueve personas -incluyendo a cuatro policías- murieron y 45 resultaron heridas en la explosión de un camión bomba cerca de una comisaría en el centro, informaron los servicios de seguridad iraquíes.

   Esta ciudad es el escenario de numerosos actos de violencia entre las diferentes comunidades -kurdos, árabes sunitas y turcomanos- de esta ciudad petrolera situada 250 km al norte de Bagdad.

La universidad bagdadí de Mustansiriya fue cerrada por tres días en señal de duelo, después del doble atentado que mató el martes a 70 estudiantes, profesores y empleados y dejó 169 heridos, cuando salían del establecimiento para volver a sus hogares.

   El miércoles sólo se encontraban en el lugar agentes de seguridad y personal de limpieza para retirar la chatarra y los esqueletos de las decenas de coches destrozados en la explosión.

   Este estallido de violencia, después de varias semanas sin atentados importantes en Bagdad, aparece como un desafío a las autoridades iraquíes y al ejército estadounidense, que se disponen a lanzar un nuevo plan de seguridad para la capital, desgarrada por las violencias confesionales.

   Más de 17.500 militares norteamericanos deben reforzar a las tropas presentes en Bagdad, donde también se esperan tres brigadas suplementarias del ejército iraquí. Los primeros elementos llegaron el lunes y los otros son esperados en las próximas semanas.

   Este miércoles, tres senadores estadounidenses presentaron un proyecto de resolución no vinculante como respuesta a este plan, en la que piden a Washington que transfiera “bajo un cronograma apropiadamente expedido, la responsabilidad de la seguridad interna y la lucha contra la violencia sectaria en Irak al gobierno de Irak y a las fuerzas de seguridad iraquíes”.

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