BEIRUT (AFP) – Al menos 31 personas murieron este lunes en Siria en actos de violencia, incluidos al menos 26 civiles, pese a la presencia en el país de observadores enviados por la ONU para supervisar el alto el fuego, indicaron opositores.

«Las fuerzas gubernamentales mataron por lo menos a 25 civiles e hirieron a varias decenas más» en la región de Hama, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.

Otro civil murió en una localidad cerca de Damasco, donde tuvieron lugar combates entre soldados y desertores, estimó el OSDH.

Cinco soldados de las tropas gubernamentales fueron ultimados en la zona de Deraa, agregó.

Por su parte, la agencia oficial Sana anunció la muerte de cuatro personas, incluidos tres soldados, en las provincias de Deraa (sur) y Hama y afirmó que habían sido ultimados por «grupos terroristas armados».

Según Sana, las autoridades detuvieron en la frontera con Líbano «un automóvil lleno con gran cantidad de armas (…) que intentaba entrar en Siria».

El sábado en Nueva York, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó por unanimidad una resolución que autoriza el envío de 300 observadores para supervisar el alto el fuego en Siria, donde la violencia ha causado, en 13 meses de revuelta popular, 11.100 muertos, según el OSDH.