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PIEDRAS NEGRAS, México (AFP).- Al menos 32 muertos, 40 desaparecidos y 3.500 damnificados dejaron las intensas lluvias que cayeron el fin de semana sobre una vasta zona del estado mexicano de Coahuila (norte, fronterizo con Estados Unidos), donde las autoridades declararon el estado de emergencia.
Unas 17 personas murieron ahogadas en la localidad de Villa de Fuentes, cercana a la fronteriza ciudad de Piedras Negras (1.020 km al norte de la capital mexicana), señaló el director del servicio de Protección Civil de Coahuila, Sergio Robles.
«Ya se confirmó que 17 personas murieron en Villa de Fuentes y estamos recorriendo la zona para localizar a nuevas víctimas», señaló Robles.
Otras 15 personas perecieron en la cercana localidad de Nueva Rosita, según el director del servicio de Protección Civil.
Más de diez cadáveres habían sido recuperados en la tarde del lunes, de acuerdo con los organismos de socorro.
Asimismo, unos 40 lugareños fueron reportados como desaparecidos en Villa de Fuentes y Nueva Rosita, las localidades más afectadas por las inundaciones, sin precedentes en la región, señalaron los socorristas y el Servicio Meteorológico (SMN).
Varias localidades de Coahuila resultaron anegadas por las aguas del arroyo Escondido, que también derribaron un estratégico puente que comunica a Piedras Negras con otros municipios de la zona fronteriza con Estados Unidos, dijo el funcionario.
El Escondido es afluente del río Bravo, que marca la frontera entre México y Estados Unidos.
«Hay por lo menos 300 viviendas campesinas y de las ciudades anegadas», enfatizó Robles, quien cifró en 3.500 el número de damnificados.
El funcionario indicó que, en todo caso, las cifras son aún preliminares por cuanto los socorristas no han podido ingresar en remotas aldeas y porque las lluvias continuaban en Coahuila y en los cercanos estados de Nuevo León y Tamaulipas.
De acuerdo con los socorristas, el nivel del agua alcanzó el lunes hasta 50 centímetros en diversos barrios de Piedras Negras.
«Hay mucha gente sufriendo por falta de alimentos y vivienda, principalmente niños y ancianos», dijo a la prensa un socorrista que recorrió cuatro anegadas colonias de esa localidad.
La directora del servicio de Protección Civil de la secretaría de Gobernación (Interior), Carmen Segura, dijo en Ciudad de México que fueron enviadas a Cohualia varias brigadas de apoyo y que los damnificados estaban siendo atendidos en albergues instalados en Piedras Negras y Nueva Rosita.
Helicópteros de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos también participaban en el rescate de familias enteras que se habían refugiado en los techos de sus viviendas, de acuerdo con los reportes de las autoridades de Coahuila.
El gobernador de Coahuila, Enrique Martínez, y el alcalde de Piedras Negras, Claudio Bres, sobrevolaron la región y declararon el estado de emergencia, según reportaron sus oficinas.
Por su parte, las autoridades de la ciudad mexicana de Nuevo Laredo, en Tamaulipas, se encontraban en máxima alerta a la espera de la llegada de la creciente del río Bravo, señalaron los organismos de socorro.
«Estamos en estado de alerta y desalojando a quienes se encuentran en el área para evitar riesgos», explicó Rafael Sandoval Hernández, jefe del servicio de Protección Civil en Nuevo Laredo, tras mencionar que la cresta de la creciente podría llegar a la ciudad en las primeras horas del martes.
