KABUL. AP. Cinco soldados extranjeros fallecieron ayer a consecuencia de bombas colocadas a un costado del camino en Afganistán, parte de un repunte en la violencia que ha vuelto a este país más letal para las fuerzas foráneas que Irak.

Washington ya ha destacado esta estadística para cabildear a sus aliados de la OTAN _con un éxito limitado_ con el fin de que envíen más fuerzas a Afganistán, para un conflicto que probablemente pondrá a prueba la resistencia de Occidente a una guerra larga y demoledora.

Marvin Weinbaum, ex funcionario del Departamento de Estado y actualmente experto en Afganistán en el Instituto del Medio Oriente, con sede en Washington, dijo que la creciente cifra de muertes hará que los candidatos a la presidencia estadounidense afinen el enfoque que se le da al tema afgano en sus campañas.

«Lo que se está presentando ante el país (Estados Unidos) es la naturaleza del conflicto. Realmente se está librando en la modalidad de una guerra de guerrillas y no estamos preparados para ello», dijo Weinbaum.

La violencia sigue sin ceder, a pesar de que hay más de 60.000 soldados extranjeros en el país y se han hecho nuevas promesas de ayuda financiera al gobierno del presidente Hamid Karzai.

El año pasado, más de 8.000 personas murieron en ataques vinculados con la insurgencia _la mayor cantidad desde la invasión estadounidense del 2001_ y la violencia ha cobrado más de 1.700 vidas en lo que va del año.

En el incidente más letal de ayer, una bomba mató a cuatro soldados de la coalición y dejó gravemente heridos a otros dos en la provincia sureña de Kandahar.

El teniente coronel Paul Fanning, portavoz de la coalición, dijo que algunos pistoleros dispararon a los vehículos dañados y tres afganos también resultaron heridos. No quiso dar a conocer la nacionalidad de los soldados, los cuales participaban en el entrenamiento de fuerzas afganas.

Hacia el este, un soldado polaco de las fuerzas encabezadas por la OTAN murió cuando una bomba alcanzó su patrulla poco después de la medianoche en el distrito Dila de la provincia de Paktika. Jacek Poplawski, portavoz del ejército polaco en Varsovia, dijo que otros cuatro soldados resultaron heridos,  pero sus vidas no corren peligro. 

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Semana candente
Las explosiones coronan una semana particularmente sangrienta. Fuerzas afganas y de la OTAN respaldadas por cazas atacaron el miércoles a unos 400 talibanes que habían tomado Arghandab, un valle estratégico lleno de huertos ubicado cerca de la ciudad sureña de Kandahar.

Los soldados afganos habían contado los cadáveres de 94 insurgentes y tenían detenidos a 29.