BAGDAD (AP) _ Un atentado suicida y una bomba detonada al pie de una carretera mató a seis soldados estadounidenses en Bagdad, dijo el miércoles el mando militar de Estados Unidos. En tanto, el primer ministro de Irak advirtió a los habitantes del bastión insurgente de Faluyá que entreguen al líder terrorista Abu Musab al-Zarqawi o enfrenten una ofensiva militar.

   El grupo insurgente de Tawjid y Yijad de al-Zarqawi se responsabilizó por la decapitación de varios rehenes extranjeros y por los atentados con autos bomba en todo el país, y un vídeo publicado el miércoles en un sitio de Internet islámico mostraba a extremistas ligadas a al-Zarqawi cuando decapitaban a dos iraquíes acusados de ser elementos de inteligencia.

   Los atentados ocurren en momentos en que soldados estadounidenses y patrullas iraquíes y incrementaron la presión contra los insurgentes suníes antes de que comience esta semana el mes del Ramadán.

   Algunos extremistas creen que se ganan un lugar especial en el paraíso si mueren en la yijad, o guerra santa, durante el Ramadán, el mes en el que los musulmanes celebran que Dios reveló las sagradas escrituras del Corán al profeta Mahoma.

   La deteriorada seguridad en Irak, en la que ocurren atentados con bombas, ataques con cohetes y granadas de mortero, secuestros y tiroteos, han frenado las labores de reconstrucción y han provocado que Estados Unidos a desviar fondos para reconstruir la seguridad.

   El subsecretario de Estado, Richard Armitage, reconoció Estados Unidos fue demasiado lento en enviar dinero para Irak, al decir ante una conferencia de donadores en Tokio que «nos llevó más tiempo del necesario para organizar nuestra actividad antes de entregar la soberanía»» a los iraquíes el pasado 28 de junio.

   Igualmente el miércoles, los soldados estadounidenses allanaron el reducto suní de Ramadi y se unieron a la policía iraquí y la Guardia Nacional en operaciones parecidas en Bakuba tras un día de intensos combates que abarcaron desde las inmediaciones la capital a la frontera siria.

   El año pasado, los insurgentes aumentaron notablemente sus ataques contra las fuerzas de la coalición en el Ramadán. Los extremistas creen que obtienen un sitial especial en el paraíso su mueren haciendo la guerra santa en el Ramadán.

   Tres de las muertes estadounidenses ocurrieron el martes por la noche cuando estalló una bomba colocada al pie de una carretera de Bagdad al paso de un convoy estadounidense, dijo el mando militar. Otro soldado estadounidense murió en un ataque dinamitero ocurrido antes de amanecer en el oeste de Bagdad.

   Más de 1.000 soldados estadounidenses e iraquíes realizaron el miércoles dos redadas simultáneas en torno a Bakuba, a 57 kilómetros al noreste de Bagdad, para despejar la zona de insurgentes.

   Una de las operaciones tuvo lugar al sur de la ciudad, en la aldea de Daliabas, dijo el capitán Marshall Jackson, vocero del ejército. Fueron detenidas varias personas. La otra operación tuvo lugar en Bakuba.

   «Se trata de una operación pre-Ramadán para despejar el área en torno a Bakuba»», dijo Jackson.

   La ciudad vivió una calma relativa en los últimos meses, aunque el ejército estadounidense detectó un aumento de la insurgencia durante el ramadán del año pasado en la provincia de Diayala.

   Por otra parte, un capitán de la policía fue asesinado el miércoles por varios atacantes que se desplazaban en un automóvil cerca de Bakuba, dijeron las autoridades. Los insurgentes atacan regularmente las fuerzas de seguridad iraquíes por colaborar con Estados Unidos y sus aliados.

   En Ramadi, los soldados estadounidenses sellaron las vías principales y registraron varios edificios tras días de enfrentamientos, dijeron los residentes.