Mueren 60 en enfrentamientos
entre fuerzas EU e iraquíes

Mueren 60 en enfrentamientos <BR>entre fuerzas EU e iraquíes

BAGDAD (AP).- Grupos insurgentes lanzaron el domingo una de sus más feroces ofensivas en el centro de Bagdad y atacaron con un aluvión de morteros y cohetes el corazón de la capital iraquí, en un día de violencia en el que murieron casi 60 personas en todo el país.

   Al menos 37 personas fallecieron tan sólo en Bagdad, muchas de ellas cuando un helicóptero estadounidense disparó contra un vehículo Bradley _ también de Estados Unidos _ mientras algunos iraquíes celebraban su destrucción.

   Entre los muertos del ataque al helicóptero se encontraban el corresponsal de la emisora de televisión árabe Al-Arabiya, que gritaba «me estoy muriendo, me estoy muriendo»» mientras un camarógrafo grababa las imágenes.

   Por su parte, un camarógrafo iraquí que trabaja para la agencia noticiosa Reuters también resultó herido, al igual que un fotógrafo independiente oriundo de Irak que laboraba para Getty Images.

   Los cadáveres de hombres, jóvenes y niños yacían en la calle mientras el vehículo estadounidense atacado estaba en llamas y arrojaba una columna de humo negro.

   En todo el país, la cantidad de muertos del domingo ascendió a por lo menos 59, de acuerdo con el ministerio de Salud, el comando de la Fuerza Multinacional y las autoridades locales. Casi 200 personas resultaron heridas, la mayoría en Bagdad.

   Fuertes detonaciones sacudieron nuevamente el centro de esta ciudad después del anochecer del domingo. No había informes sobre muertos o lesionados.

   Por otra parte, un atacante suicida hizo detonar un automóvil cargado de explosivos a las puertas de la prisión de Abu Ghraib, escenario de maltratos cometidos hace unos meses por soldados estadounidenses contra prisioneros. El atacante murió pero no hubo otras bajas, dijo el ejército de Estados Unidos. Siete personas fueron arrestadas posteriormente.

   El grupo insurgente Tawhid y Jihad, vinculado a la red terrorista al-Qaida, se atribuyó la responsabilidad por los ataques en Bagdad en un comunicado difundido por la internet.

   La declaración difundida por el grupo que encabeza el miliciano jordano Abu Musab al-Zarqawi señaló que la organización mantiene la iniciativa en la lucha contra los ocupantes, y dijo poseer «la capacidad de sorprender al enemigo y atacar sus instalaciones estratégicas en el momento y lugar precisos»». El comunicado no pudo ser verificado inicialmente.

   En Basora, el primer ministro interino Ayad Alaui prometió impulsar la campaña contra los insurgentes. «Nos mantenemos inflexibles y vamos a derrocar al terrorismo»», manifestó. «Buscamos enfrentarlos y entregarlos a la justicia»».

   El ministro del interior Fala Hassan al-Naqib sugirió que los ataques insurgentes podrían ser una respuesta a los operativos del gobierno contra el vecindario Adel, un semillero de grupos rebeldes ubicado en el oeste de Bagdad.

   Sin embargo, la magnitud de los ataques sugería que habían sido preparados con anterioridad.

   El secretario de Estado norteamericano Colin Powell admitió que las fuerzas de la coalición enfrentan «momentos difíciles»» en Irak, pero dijo que Estados Unidos tiene planes para frenar la insurgencia y devolver la seguridad a esas áreas a tiempo para las elecciones nacionales de enero.

   La insurgencia «quedará bajo control»», manifestó Powell en declaraciones al canal de televisión NBC. «No es una tarea imposible»».

   Los proyectiles de cohetes y morteros comenzaron a caer antes del amanecer en la Zona Verde, donde se encuentra la sede del gobierno interino iraquí y la embajada estadounidense, y en otras partes del centro de Bagdad.

   Un vehículo Bradley que se dirigió a la calle Haifa para ayudar a una patrulla estadounidense fue alcanzado por una bomba que detonó al costado del camino, dijo el ejército. Los cuatro tripulantes lograron escapar con lesiones menores.

   Cuando los estadounidenses se retiraron del sitio, jubilosos combatientes y jóvenes rodearon el vehículo incendiado, bailando y gritando de alegría. Varios adolescentes colocaron sobre el cañón del Bradley un estandarte negro del grupo Tawhid y Guerra Santa, encabezado por el líder terrorista jordano al-Zarqawi.

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