Mueren 60 milicianos combate tropas ONU

Mueren 60 milicianos combate tropas ONU

KINSHASA (EFE).- Al menos 60 milicianos murieron al ser atacada por tropas de la ONU una de las bases rebeldes situada a 30 kilómetros de Bunia, la capital de la convulsionada región de Ituri, en el noreste de la República Democrática de Congo (RDC), informó ayer la radio local.

La fuente, que cita a la portavoz de la organización internacional en Bunia, Rachel Eklou, dijo que los combates se desarrollaron ayer martes en la localidad de Loga, el mismo lugar donde nueve soldados pakistaníes de la Misión de Observación de la ONU para Congo (MONUC) murieron el pasado 25 de febrero en una emboscada perpetrada por los rebeldes.

En la operación de represalia de la MONUC participaron helicópteros de combate y carros blindados, según Eklou.

Esta ha sido hasta el momento la acción militar de mayor envergadura llevada a cabo por los «cascos azules» de la ONU desde su despliegue en la RDC en 1999, y en la que han muerto más rebeldes.

Los guerrilleros muertos pertenecen al grupo insurgente Frente Nacionalista e Integracionista (FNI), cuyo líder y dos de sus lugartenientes, Floribert Ndjabu, Goda Sukpa y Germain Katanga, respectivamente, fueron arrestados por la policía de Kinshasa el pasado fin de semana.

El FNI es una milicia dominada principalmente por la etnia «lendu», en lucha con la comunidad «hema», quienes desde hace décadas se enfrentan por disputas territoriales y de ganado en la región de Ituri.

Los ataques entre las dos etnias se recrudecieron desde el inicio en agosto de 1998 de la guerra civil en la RDC, al recibir armas de los diferentes bandos.

Desde 1999 más de 50.000 personas han muerto violentamente en la zona, en su mayoría civiles, a causa de los enfrentamientos de las dos tribus rivales, que han forzado el desplazamiento de medio millón de personas.

Además, han sido denunciados actos de canibalismo, violaciones en masa y mutilaciones de civiles, cometidos, principalmente, según un reciente informe de la ONU, por los jóvenes guerreros «lendu», que por tradición usan pelucas y se visten con trajes de mujeres en rituales que les hacen «invulnerables a las balas».

El estudio de la ONU confirma que desde diciembre pasado los «lendu» han masacrado y mutilado en el área a decenas de civiles después de saquear sus viviendas, acciones que han forzado a huir a las montañas vecinas a unas 70.000 personas.

Una de las tareas principales de las fuerzas de la ONU ha sido la asistencia a los desplazados con el suministro de alimentos, mantas y otros enseres, operaciones humanitarias que han sido suspendidas desde la muerte de los nueve soldados pakistaníes.

A pesar de que en 2003, un año después de finalizada la guerra en la RDC, se constituyó un Gobierno de transición en el que fueron integrados los más importantes líderes de los grupos congoleños armados, la región de Ituri sigue sin un control efectivo.

Además, la integración en el nuevo Ejército nacional de los ex combatientes no ha podido frenar la inestabilidad en el norte y el este de la RDC, donde además del conflicto de los «hemas» y «lendus», se registran las acciones de los rebeldes ruandeses, máximos responsables en su país del genocidio de 1994.

Estos grupos armados, integrados por milicias hutus y miembros del antiguo Gobierno ruandés, huyeron a la RDC tras las masacres en las que murieron cerca de 800.000 «tutsis» y «hutus» moderados.

En la guerra civil de la RDC, en la que participaron seis ejércitos de países africanos además de numerosos grupos rebeldes, murieron más de 3,5 millones de personas y millones fueron desplazadas.

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