Sri Lanka, (AP).- Varios proyectiles cayeron el sábado en un hospital improvisado en el frente norte de Sri Lanka, matando por lo menos a 64 personas, según un médico gubernamental y una página de la internet de los insurgentes Tigres del Tamil.

La página de los rebeldes acusó a las fuerzas gubernamentales de cañonear el hospital del gobierno. Un funcionario en la zona de conflicto dijo que al menos 64 pacientes y visitantes murieron en dos cañoneos contra el hospital de Mullivaaykkaal.

La página de la internet que simpatiza con los rebeldes, TamilNet Web, acusó a las fuerzas oficiales de atacar el hospital el viernes y el sábado.

El brigadier Udaya Nanayakkara negó las acusaciones y aseguró que los soldados utilizaron solamente armas de pequeño calibre en su avance para liberar el resto del territorio que aún conservan los insurgentes, una franja costera en el noreste de la isla.

El funcionario, que no quiso ser identificado por no estar autorizado a hacer declaraciones a los medios informativos, agregó que otras 87 personas resultaron heridas. El hospital se encuentra en el territorio ocupado por los insurgentes pero es administrado por médicos gubernamentales.

Los cañoneos ocurrieron al mismo tiempo que crece la preocupación internacional por la suerte de unos 50.000 civiles atrapados en la zona de combate, tras un informe de Naciones Unidas según el cual casi 6.500 civiles fueron muertos en los últimos tres meses.

Las presiones internacionales han aumentado para que sea declarada una tregua entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes tamiles a fin de proteger a los civiles atrapados.

El gobierno rechazó los pedidos de tregua y dijo que sus soldados están a punto de poner fin a la guerra civil iniciada hace 25 años. En lugar de ello, prometió el lunes no usar la artillería, la aviación ni otras armas pesadas en sus ataques, para garantizar la seguridad de los civiles atrapados.