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BAGDAD (AFP).- Más de 70 personas murieron este martes en Irak en nuevos hechos de violencia, 47 de ellas en un atentado con un coche bomba en pleno centro de Bagdad, uno de los más sangrientos en la capital Irak desde la caída del régimen de Saddam Hussein en abril de 2003.
El atentado en Bagdad, que dejó además 114 heridos, tenía por blanco el cuartel general de la Policía, donde decenas de personas hacían fila en la calle para realizar el examen de ingreso a esa fuerza, según el ministerio de Salud.
La deflagración destrozó los alrededores del cuartel general, en el que también hay un centro de alistamiento y una comisaría. Destruyó unos quince comercios y siete vehículos, según un corresponsal de la AFP.
También se reportaron nuevos secuestros en momentos en que el jefe de la diplomacia italiana, Franco Frattini, prosigue su gira por el Golfo Pérsico para lograr la liberación de dos rehenes italianas secuestradas el 7 de setiembre.
Las nuevas víctimas son un camionero jordano y dos turcos que fueron secuestrados el martes en Tikrit, 180 km al norte de Bagdad.
Pese al recrudecimiento de la violencia, el presidente estadounidense George W. Bush aseguró el martes que las elecciones previstas para enero tendrán lugar en Irak que tiene «un primer ministro (Iyad Allawi) sólido».
El primer ministro británico Tony Blair reaccionó a los atentados reafirmando su apoyo al gobierno iraquí.
En Bruselas, el presidente iraquí, Ghazi al Yawar, se entrevistó con funcionarios de la OTAN y de la Unión Europea (UE), a quienes pidió más ayuda para la estabilización de su país y especialmente para la celebración de las elecciones en enero.
«Hay urgencia, porque la fecha de las elecciones se aproxima día a día y es un desafío para nosotros organizar las elecciones a tiempo», declaró Yawar en la sede de la OTAN.
Respecto a los cuatro rehenes europeos -dos italianos y dos periodistas franceses- Yawar indicó: «desplazamos todos nuestros esfuerzos para intentar colaborar para el retorno sano y salvo de todos los rehenes».
Según el ministerio de Salud, tres personas perecieron en otros ataques en Bagdad y quince resultaron heridas.
«Hay operaciones planeadas para matar civiles en Bagdad y atentar así contra los intereses de Irak», aseguró el ministro del Interior, Fala al Nakib, según el cual «probablemente hay grupos árabes (no iraquíes) detrás de estos actos».
Un iraquí, al parecer un atacante suicida, murió al estallar el vehículo que conducía al paso de un convoy de todoterrenos el martes por la tarde en el centro de Bagdad, informó un oficial de policía en el lugar del atentado, en el que resultó herida otra persona.
Tres horas después del atentado de Bagdad, un minibús de la Policía fue atacado con armas automáticas en el centro de Baaquba, a 50 km al noreste de la capital. Doce policías y su chofer, un civil, murieron, según el oficial de policía Mohamad Mabruk.
El grupo Tawhid wal yihad (unificación y guerra santa) del jordano Abu Musab al Zarqaui, considerado por Estados Unidos su enemigo número uno en Irak, reivindicó esos ataques en dos comunicados publicados en una página web islamista, cuya autenticidad no se ha podido comprobar.
En Ramadi, al oeste de Bagdad, 10 personas murieron y otras 22 resultaron heridas el martes en enfrentamientos entre insurgentes y soldados estadounidenses, anunció el ministerio de Salud.
Australia intentaba localizar a todos sus ciudadanos en Irak después de que «La Brigada del Horror» anunciara el secuestro de dos australianos, a los que amenaza con matar si Canberra no retira sus 850 soldados de Irak.
El sabotaje de un oleoducto del norte de Irak obligó este martes a interrumpir las exportaciones a través del terminal turco de Ceyhán, mientras otro ataque reducía el abastecimiento eléctrico de Kirkuk y Baiji.
El ejército estadounidense levantó el martes el sitio a Tall Afar, en el norte de Irak, donde los bombardeos causaron el jueves 50 muertos y un centenar de heridos, según un corresponsal de la AFP.
