Mueren 78 personas en 2 ataques; capturan líder de Al Qaida en Irak

Mueren 78 personas en 2 ataques; capturan líder de Al Qaida en Irak

BAGDAD. AP. Atacantes suicidas se hicieron detonar ayer en medio de una multitud que aguardaba ayuda alimentaría en el centro de Bagdad y en un restaurante lleno de peregrinos iraníes, matando al menos a 78 personas en la jornada más letal en Irak en más de un año. 

La cifra de fallecimientos —al menos 31 en Bagdad y 47 hacia el norte en la provincia de Diyala— sigue a una serie de atentados este mes de los que se responsabiliza a insurgentes suníes, y evidenció posibles puntos débiles en la seguridad a medida que cada vez más las fuerzas iraquíes asumen el papel principal en la protección de Bagdad y otras áreas cruciales en los alrededores de la capital.  Los ataques insurgentes aún están muy lejos de la escala que alcanzó la violencia en los últimos años, pero ha socavado la confianza en torno a los avances en la seguridad de Irak, que se pensaba ya eran más sólidos. 

Golpe a Al-Qaida

Mientras tanto, las autoridades iraquíes dicen que atestaron un golpe al corazón de la insurgencia al arrestar a uno de los líderes más buscados de una red de extremistas vinculada con al-Qaida. 

La captura de Abu Omar al-Baghdadi, jefe de la organización Estado Islámico de Irak, podría representar un revés para los insurgentes a medida que intentan intensificar sus ataques.  Sin embargo, en el pasado, las autoridades iraquíes han reportado un arresto o una muerte en Bagdad, sólo para posteriormente desmentirla. Incluso, el ejército estadounidense ha dicho que al-Baghdadi podría ser un personaje ficticio empleado para darle un rostro iraquí a una organización dominada por combatientes extranjeros de al-Qaida.  Un funcionario militar estadounidense no pudo confirmar el arresto, dijo el primer teniente John A. Brimley, un vocero. 

Los dos ataques del jueves —el día más sangriento en Irak desde que al menos 80 personas fueron asesinadas en una serie de ataques el 23 de marzo del 2008— transmitió dos mensajes distintos.  La masacre en Bagdad mostró que los insurgentes aún tienen la capacidad de golpear el centro de la capital.

En pleno centro de Bagdad

El atacante en Bagdad se hizo detonar alrededor del mediodía en momentos en que la policía distribuía paquetes de alimentos del brazo iraquí de la Media Luna Roja en el vecindario central de Karradah, un área donde muchas tiendas, restaurantes y centros nocturnos han reabierto sus puertas en meses recientes después que disminuyó la violencia. 

Funcionarios policiales y miembros del personal en el hospital Ibn al-Nafis dijeron que cuando menos 31 personas perdieron la vida, entre ellas ocho policías, y unas 50 resultaron heridas. Los funcionarios hablaron a condición de guardar el anonimato porque no tenían autorización para divulgar la cifra de muertos.  Hasta el momento se desconocía quién efectuó el ataque, pero un testigo dijo que aparentemente era una mujer. 

Muhanad Harbi, propietario de una tienda cerca del lugar de la explosión, dijo que vio a una mujer que portaba una túnica negra introducirse entre la multitud, y señaló que aparentemente ella hizo detonar un cinturón lleno de explosivos.  Shanoon Humoud, de 70 años, permanecía sentada llorando en medio de paquetes de comida quemados desperdigados por el piso. Su esposo, su hijo y dos nietos murieron en la explosión.  Al norte de Bagdad, el blanco fue un restaurante atestado cerca de Muqdadiya, a unos 90 kilómetros (60 millas) al noreste de Bagdad.  Al menos 47 personas murieron, dijo Derrick Cheng, portavoz militar estadounidense, y 69 resultaron heridas.

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