PAMUKOVA, Turquía (AFP).- Treinta y seis personas murieron al descarrilar un tren este jueves en la provincia de Sakarya, noroeste de Turquía, indicó a la AFP una portavoz de la célula de crisis del Ministerio de Transportes turco. Un balance anterior, citado por la agencia Anatolia, había informado de 139 muertos.

Unas 43 personas resultaron heridas, añadió la fuente.

Ayhan Cevik, gobernador de la provincia de Bilecik, cercana a la de Sakarya, confirmó la cifra de 36 muertos en declaraciones a la agencia Anatolia.

Según el gobernador, los balances anteriores erróneos se debieron a informaciones contradictorias transmitidas a las autoridades. El número de heridos es de 60, agregó el gobernador.

En total, 234 pasajeros y nueve empleados de la compañía nacional de ferrocarriles viajaban en el tren cuando descarriló por causas desconocidas cerca de la ciudad de Pamukova, en el trayecto de Estambul a Ankara.

El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, que debía viajar este viernes a Bosnia, anunció que anulaba su viaje para trasladarse al lugar del siniestro.

Al menos cuatro vagones del tren expreso descarrilaron y se empotraron unos en otros, según la agencia Anatolia. Las imágenes difundidas por la noche por las televisiones mostraban vagones recostados a lo largo de las vías sin señales aparentes de choque violento.

Según la agencia Anatolia, que citaba a responsables de la compañía ferroviaria, la mayor parte de las víctimas iban en los dos primeros vagones.

Orcun Acabey, un pasajero que viaja en el tercer vagón, afirmó que el tren parecía circular a gran velocidad.

El tren «tembló varias veces al tomar curvas y apenas conseguía tenerme de pie cuando me levanté para ir al vagón restaurante», dijo al canal NTV.

 «Justo antes del accidente, nuestro vagón se puso a temblar violentamente y a escorarse a la derecha», añadió.

Policía y unidades de gendarmería acordonaron el lugar del accidente mientras llegaban los equipos de la Cruz Roja con especialistas médicos.

El tren, capaz de alcanzar los 150 km/hora, forma parte de un nuevo servicio expreso entre Estambul y Ankara establecido el mes pasado.

«Quiero subrayar que la velocidad del tren en esta región era la misma que para los trenes normales», declaró a NTV Alí Kemal Ergulec, subdirector de ferrocarriles.

Numerosos expertos critican estos nuevos trenes expresos por considerar que el estado de las vías no permite que los trenes circulen a gran velocidad.

 «Los ferrocarriles turcos están descuidados desde hace 50 años. La manutención técnica es insuficiente (…) Por otra parte, la puesta en servicio de trenes rápidos tiene sus riesgos», afirmó el profesor Haluk Gercek, experto en materia de transportes en la Universidad técnica de Estambul.

Según responsables ferroviarios, citados por Anatolia, el tren tenía que a una velocidad de 75 a 80 km/h en el lugar donde descarriló.

Los nuevos trenes expresos permiten recorrer en cinco horas los 567 km que separan a Estambul de Ankara, las dos ciudades principales del país.