Mueren diez en atentados Irak

Mueren diez en atentados Irak

BAGDAD (EFE).- Al menos diez iraquíes murieron y cinco más resultaron heridos en dos atentados suicidas perpetrados en el camino a Kerbala, pese a las medidas de seguridad decretadas en la zona por la celebración de una importante peregrinación chií.

   Según informó a EFE un portavoz del Ministerio iraquí de Interior, los dos atentados fueron perpetrados por suicidas que lanzaron los vehículos que conducían contra sendos controles policiales instalados en la zona por la celebración de la fiesta del calendario chií.

   El primero de los ataques ocurrió alrededor de las 13:30 hora local (9:30 GMT) en un puesto de control de la ciudad de Mahmudiya y segó la vida de ocho agentes especiales del Ministerio de Interior.

   Media hora después, un atentado similar en la vecina localidad de Latifiya terminó con la vida de un niño y un policía.

   Los agentes muertos formaban parte del dispositivo especial desplegado por el Gobierno iraquí para proteger a los cientos de miles de fieles que hoy peregrinan a la ciudad Kerbala, santa para la comunidad chií, para participar en una de las celebraciones más importantes de su confesión.

   Este lunes, los chiíes duodecimanos celebran el nacimiento, en el año 868 después de Cristo, del duodécimo imam, Mohammed al-Mahdi (el imam escondido), quien, según la tradición, se evaporó sin dejar rastro y volverá al final de los tiempos acompañando al Mesías.

   Las autoridades iraquíes calculan que cerca de un millón de fieles se desplazarán y ocuparan hoy la ciudad de Kerbala, muchos de ellos procedentes de Irán, país en el que los chiíes duodecimanos son mayoría y detentan el poder.

   Desde que fuera derrocado Sadam Husein, los festivales religiosos chiíes han sido objeto de sangrientos atentados, que se ha atribuido en su mayoría el grupo radical suní dirigido por Abu Musab al-Zarqaui, considerado el líder de la red terrorista internacional Al-Qaeda en Irak.

   Uno de ellos, ocurrido en 2003 en los santuarios chiíes de Kerbala y Nayaf y que dejó 181 víctimas mortales, en el más cruento de la posguerra iraquí.

   La semana pasada, tras una cadena de atentados que segó en un mismo día la vida de 155 personas, en su mayoría chiíes, una voz atribuida al citado extremista suní declaró la guerra a todos los chiíes de Irak.

   La presencia de peregrinos en Kerbala «es la mejor forma de desafiar las amenazas de Al-Zarqaui», dijo hoy uno de los cuatro vicepresidentes iraquí, el chií Abdel Abdel-Mahdi, a través de un comunicado.

   La policía, por su parte, informó de que durante una redada practicada la noche del domingo en una zona agrícola cercana a Kerbala se descubrió una gran cantidad de armas y explosivos escondidos en un almacén.

   «Se han desplegado miles de soldados a lo largo de la ruta para evitar actos como los que ocurrieron en el pasado y hacer fracasar las amenazas de Al-Zarqaui. El dispositivo estaba preparado antes de su amenaza», dijo a EFE un portavoz del Ministerio iraquí de Defensa.

   Además, los servicios secretos de la Guardia Nacional iraquí detuvieron hoy a dos ciudadanos británicos con armas y material para fabricar explosivos en la ciudad de Basora, a unos 680 kilómetros al sur de Bagdad, informaron fuentes iraquíes.

   Las armas y el material explosivo fueron encontrados en el maletero del automóvil por policías y milicianos del clérigo radical chií Muqtada al Sadr, precisó a EFE el diputado chií Fatah al Sheij, uno de los representantes del religioso.

   «Me han informado desde Basora de que los británicos viajaban vestidos con la tradicional túnica y turbante árabes en un coche negro, y que se disponían a disparar contra la gente congregada en un santuario chií de la ciudad, administrado por seguidores de Sadr», precisó Sheij.

   Tras el incidente, las tropas británicas cercaron la sede de los servicios secretos con coches blindados y exigieron la liberación de los dos británicos, hecho al que se negaron los iraquíes.

   La situación se tornó violenta cuando las fuerzas británicas dispararon al aire para dispersar a los cientos de congregados en el lugar, señaló Sheij, que agregó que los disturbios pudieron dejar un numero indeterminado de personas muertas y heridas.

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