MISRATA,  Libia.  AP.  Dos fotoperiodistas occidentales, incluido un director de cine nominado al Oscar, fueron muertos ayer en la ciudad sitiada de Misrata mientras cubrían batallas entre los rebeldes y el ejército del gobierno libio. Otros dos periodistas que trabajaban a su lado resultaron heridos.  

El británico Tim Hetherington, codirector del documental “Restrepo”, sobre soldados estadounidenses en un puesto de avanzada en Afganistán, murió dentro de la única ciudad protegida por los rebeldes en Libia occidental, dijo su publicista Johanna Ramos Boyer, quien labora en Estados Unidos.

 La ciudad ha estado durante semanas bajo un incesante bombardeo por parte de las fuerzas del gobierno.   Hetherington publicó en Twitter el martes: “En la sitiada ciudad de Misrata en Libia. Bombardeada indiscriminadamente por las fuerzas de Gadafi. No hay señales de la OTAN”.   “Tim estaba en Libia para continuar con su proyecto “multimedia” que resalta temas humanitarios durante tiempos de guerra y conflicto”, dijeron familiares de Hetherington en un comunicado. “Se le recordará siempre”.   Chris Hondros, un fotógrafo con sede en Nueva York que trabajaba para Getty Images, también fue asesinado.   “El mantenía un sentido de intimidad en su trabajo”, dijo Swayne Hall, amigo de mucho tiempo que trabaja como editor de fotografía para The Associated Press.

“Algunas personas utilizarían un lente largo para no tener que acercarse, pero Chris se acercaba, él no tenía miedo de estar con cualquier sujeto al que esté fotografiando”.   Los dos fotógrafos, Guy Martin, un británico afiliado a la agencia de fotografía Panos, y Michael Christopher Brown, fueron atendidos por heridas de metralla, dijeron los doctores.

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Ignoran situación

No se sabe con claridad cuáles fueron las circunstancias que provocaron los decesos. El comunicado de la familia de Hetherington informa que fue muerto por un lanzacohetes.   Las fuerzas de Gadafi han intensificado sus ataques en la que es la tercera ciudad más grande de Libia, abriendo fuego de tanques y cohetes hacia zonas residenciales, de acuerdo con testigos y grupos de derechos humanos.