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BAGDAD (AFP).- El gobierno iraquí reconoció este martes que la lucha contra la violencia en el país será larga, en momentos en que al menos 33 personas murieron, 14 de ellas en tres atentados suicidas coordinados al norte del país.
«Los grupos extremistas y saddamistas (fieles al depuesto presidente Saddam Hussein) no serán derrotados por knock out, pero conocerán una muerte lenta como la que ya van viendo», declaró el portavoz del gobierno, Leith Kubba, en un encuentro con la prensa en Bagdad.
«No podemos dar un falso sentimiento de seguridad a pesar de que ha mejorado la situación, puesto que las redes terroristas generalmente lanzan operaciones tras períodos de reposo para demostrar que siguen viviendo y respirando», añadió.
«Vamos por el camino correcto», aseguró Kubba, precisando que las operaciones de seguridad en Bagdad, donde ha disminuido sensiblemente el número de ataques, ha dado lugar a que después del 22 de mayo se instauren 608 puntos de control, haya 1.957 patrullas, se hayan realizado 38 registros y 194 operaciones de aislamiento.
Según dijo, importantes depósitos de armas fueron descubiertos y la población colabora con las fuerzas del orden. El mismo tipo de operación se está realizando en Mossul, 370 km al norte de Bagdad.
Catorce personas murieron, de ellas siete soldados, y otras 20 resultaron heridas el martes en un triple atentado suicida con coche bomba en la ciudad de Hawija, en el norte de Irak, según un nuevo balance médico y policial.
Poco antes el doctor Jasem Hamad, del hospital de la ciudad había declarado que «trece personas murieron, entre ellas tres niños, una mujer y un anciano, y otras 18 resultaron heridas en la explosión simultánea de tres coches bomba en Hawija».
Según el general Ahmad al Ubaidi, de la policía local, tres coches bomba conducidos por kamikazes fueron dirigidos hacia las 09H30 locales (05H30 GMT) contra tres retenes en las entradas norte, oeste y este de Hawija.
De acuerdo a testigos, un kamikaze, que conducía un taxi, se hizo estallar cerca de un puesto de control al este de la ciudad no lejos de una base estadounidense.
Casi al mismo tiempo, otro lanzó su coche contra un puesto de control al noroeste de Hawija delante de una fila, provocando nueve muertos. Siete coches resultaron destruidos por la explosión.
La ciudad fue cercada luego por el ejército estadounidense y las fuerzas de seguridad iraquíes.
Además de las víctimas en la localidad de Hawiya, cuatro soldados iraquíes murieron en dos ataques en la misma zona donde fueron descubiertos dos cuerpos no identificados, según fuentes de la seguridad.
En Basora, al sur del país, el cuerpo de un religioso sunita asesinado fue encontrado, mientras que en Bagdad 28 personas resultaron heridas en un atentado con coche bomba cerca de un hospital en un barrio chiíta.
En Mosul tres estudiantes, cuatro combatientes kurdos y un policía murieron en distintos ataques. Más al sur un policía fue muerto por un obús de mortero en Tun Kubri.
Unas «28 personas, entre ellas tres policías y dos mujeres, resultaron heridas en la explosión de un coche bomba a eso de las 11H30 (07H30 GMT) en el barrio Choola», declaró una fuente del hospital Hakim, donde las víctimas fueron evacuadas.
El ataque estaba dirigido contra patrullas de la policía en este barrio chiíta situado al norte de la ciudad. No lejos, un oficial de la policía fue herido de gravedad cuando hombres armados dispararon contra su automóvil.
Por su parte, el ejército estadounidense anunció que dos marines sucumbieron a sus heridas después de un ataque cerca de Faluya, al oeste de Bagdad, lo que hace llegar a 1.676 el número de militares norteamericanos muertos desde la invasión de Irak en marzo de 2003, según un balance del Pentágono.
Además, los secuestradores de un hombre de negocios turco en Irak amenazaron con matarlo si el gobierno de Ankara no cesa, en un plazo de cuatro días, su cooperación con Estados Unidos en ese país, informó el martes la cadena Dubai TV al difundir un video del rehén.
