Muerte de 28 inmigrantes conmociona los italianos

Muerte de 28 inmigrantes conmociona los italianos

ROMA (AFP).- La trágica muerte en el mar de veintiocho inmigrantes mientras trataban de llegar a las costas sicilianas, en el sur de Italia, en una vieja embarcación procedente del norte de Africa, suscitó este lunes una fuerte conmoción en Italia, que se enfrenta nuevamente a una ola de desembarcos de indocumentados.

   Las fotografías de los náufragos y los testimonios de parte de los 71 rescatados el domingo, entre ellos una pareja que tuvo que arrojar a su bebé de un año al mar tras morir deshidratado durante la travesía, salieron el lunes en las portadas de los diarios italianos.

   Más de 100 personas, en su mayoría africanos, iniciaron hace dos semanas desde Libia la travesía del Mediterráneo en una lancha de sólo 14 metros, contando con unos pocos víveres y algo de agua.

   El agotamiento y la deshidratación fueron las principales causas de la muerte de los inmigrantes, cuyos cuerpos fueron arrojados al mar, según contaron los mismos supervivientes.

   El llamado viaje de la esperanza, en busca de condiciones de vida mejores y por el que algunos llegaron a pagar entre 800 y 1.500 dólares por persona, se transformó en una tragedia y abrió el debate en Italia sobre la manera de tratar la inmigración clandestina y el tráfico de indocumentados.

   Dieciséis personas, entre ellas dos mujeres, fueron hospitalizadas poco después de su llegada a tierra. Las demás fueron alojadas en una escuela local y luego trasladadas a un centro de alojamiento de Pian del Lago, a cuatro kilómetros de Caltanissetta, en Sicilia.

   Las autoridades italianas dijeron que los inmigrantes habían asegurado que eran sudaneses y habían pedido asilo político, pero después de ser sometidos a un interrogatorio dijeron que procedían de Liberia, Sierra Leona y Costa de Marfil.

   La policía italiana detuvo este lunes a dos personas acusadas de ser los organizadores del viaje. Los dos hombres, al parecer de nacionalidad liberiana, dirigían la embarcación.

   El ministro italiano del Interior, Giuseppe Pisanu, tras conocer la noticia, pidió a las autoridades de la Unión Europea que aborden conjuntamente el problema y que se establezcan acuerdos globales con los países de origen para regular el movimiento de inmigrantes.

   «La Unión Europea debe hacerse cargo del enorme problema si quiere asumir sus responsabilidades históricas ante el Tercer Mundo», aseguró.

   Por su parte, el ministro para las Reformas, Roberto Calderoli, miembro de la xenófoba Liga Norte, pidió medidas severas para combatir la inmigración clandestina y aseguró que «entre los clandestinos hay terroristas».

   La propuesta desató una serie de polémicas y dividió al mismo gobierno de centro derecha de Silvio Berlusconi, que oscila entre aplicar mano dura, con expulsiones inmediatas y cierre de fronteras, y recibir humanitariamente a los clandestinos impulsando acuerdos políticos para canalizar el fenómeno.

   Desde 1996, novecientas personas han muerto en el mar intentando llegar a las costas de Sicilia, según cifras oficiales.

   En los primeros días de agosto de este año, más de 1.000 personas llegaron a Italia por mar, pese a que la tendencia de los últimos meses, sobre todo desde la primavera (boreal), apuntaba a una disminución de la afluencia, después de una serie de acuerdos bilaterales firmados entre Roma y Trípoli, capital de Libia.

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