Muerte de cardenal Law reaviva ira de víctimas de pedofilia en EEUU

Muerte de cardenal Law reaviva ira de víctimas de pedofilia en EEUU

Foto: Fuente exerna

Nueva York. El cardenal estadounidense Bernard Law, figura en un enorme escándalo de sacerdotes pedófilos en Estados Unidos, falleció este miércoles a los 86 años tras una larga enfermedad, suscitando reacciones amargas de las víctimas y la presentación de excusas por parte de su sucesor.

A comienzos del 2002, el cardenal Law, por aquel entonces arzobispo de Boston, reconoció haber protegido a un sacerdote, Paul Shaney, contra el cual existían numerosas pruebas de abuso sexual de menores, y fue acusado de trasladar a otro cura, John Geoghan, de parroquia en parroquia pese a saber que era sospechoso de haber abusado de hasta 130 niños.

Debido al escándalo, Law abandonó el arzobispado de Boston pero luego fue nombrado arcipreste de la basílica de Santa María la Mayor en Roma.

En 2002, una investigación del diario Boston Globe permitió revelar cómo la jerarquía católica local, con Law a la cabeza, cubrió de forma sistemática, y a menudo cínica, los abusos sexuales cometidos por unos 90 sacerdotes en Boston y alrededores durante varias décadas.

Por estos artículos los periodistas que realizaron la investigación ganaron el prestigioso premio Pulitzer y cientos de víctimas acabaron testificando.

El papa Francisco lamentó este miércoles la muerte de Law «después de una larga enfermedad», en un mensaje del Vaticano en el que evitó mencionar el escándalo. «Elevo oraciones de sufragio para que el Señor, rico de misericordia, lo acoja en la paz eterna», escribió el pontífice.

Rabia viva. Durante una conferencia de prensa, varias víctimas que dieron su testimonio al Boston Globe expresaron este miércoles su rabia aún viva contra el cardenal, que nunca pudo ser juzgado en Estados Unidos.

«Espero que tenga lo que se merece en el infierno», dijo Alexa McPherson, a quien un sacerdote intentó violar cuando era niña. Law «no merecía funerales formales».

«Tengo 56 años y aún lucho con eso todo el tiempo», expresó Robert Costello, abusado en su infancia cuando era parte de un coro. «Espero que (Law) haya sufrido toda su vida sabiendo lo que hizo».

«Esperaba que su muerte secaría esta fuente de ira», dijo Phil Saviano, otra de las víctimas. «Pero es como si se hubiera reavivado (…) Eso muestra el impacto que tuvo en tantas personas, la rabia que queda después de tantos años».

«Spotlight», una película independiente que ganó el Oscar al mejor filme en 2016, retomó la investigación del Boston Globe dando voz a los supervivientes.

Grandes escándalos de pederastia sacudieron a la Iglesia católica a principios de los años 2000, desde México a Irlanda, donde un único cura reconoció haber abusado sexualmente de más de cien niños.

Mil víctimas en 60 años. El sucesor de Law a la cabeza de la diócesis de Boston, Sean Patrick O’Malley, reconoció que su muerte removía «un gran abanico de emociones» y ofreció a las víctimas «mis excusas sinceras por el mal causado, mis oraciones ininterrumpidas y mi promesa de que el arzobispado les apoyará en sus esfuerzos para lograr la sanación», según un comunicado.

O’Malley, que fue nombrado al frente de una comisión del Vaticano encargada desde hace tres años de hacer recomendaciones para prevenir los casos de pederastia, se reunió con las víctimas de los sacerdotes pedófilos el 1 de julio de 2003, y vendió la residencia del arzobispado para financiar su indemnización.

Nacido el 4 de noviembre de 1931 en la localidad mexicana de Torreón, Bernard Law, cuyo padre era coronel de la Fuerza Aérea estadounidense, creció en bases militares y estudió historia medieval en la Universidad de Harvard.

Comenzó los estudios religiosos en 1953 y fue ordenado sacerdote en Misisipi en 1961. Tras su dimisión como arzobispo de Boston, la polémica en torno a su figura continuó ya que obtuvo la nacionalidad vaticana y fue nombrado arcipreste de Santa María la Mayor en Roma.

Según un informe del ministerio de Justicia del estado de Massachusetts, en la diócesis de Boston, con más de dos millones de católicos, más de 1.000 niños fueron víctimas de abusos sexuales por parte de 237 sacerdotes durante 60 años.

 «Tolerancia cero». Aunque el papa Francisco declaró la «tolerancia cero» con los casos de pedofilia, se le ha acusado de ser demasiado blando con los pederastas, al incluirlos en la política general de misericordia que promueve en toda la iglesia y promover a obispos que fueron acusados de encubrir a sacerdotes pedófilos.

El cardenal australiano George Pell, número tres del Vaticano, fue inculpado a finales de junio de «delitos de agresiones sexuales antiguas», según la policía australiana.

Acusado en 2002 de abusos sexuales presuntamente muy antiguos, Pell fue absuelto por la justicia y el papa Francisco lo designó en 2014 para dar mayor transparencia a las finanzas del Vaticano.

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