Madrid.  EFE.  Varias decenas de personas guardaron al mediodía de ayer tres minutos de silencio ante el Ayuntamiento del municipio español de Collado Villalba (Madrid) en señal de repulsa por la muerte de la joven Avellaneda Núñez, de 17 años, crimen del que se ha declarado culpable un joven colombiano.  

El cadáver de la joven, que había desaparecido el pasado día 11, fue hallado la víspera en una cantera de la localidad horas después de la detención de un colombiano, de nombre Joaquín Emilio, de 22 años, que confesó ser el presunto asesino.  

El Ayuntamiento de Collado Villalba, que declaró las jornadas de ayer y de hoy días de luto oficial, expresó en un Pleno extraordinario su “solidaridad con la familia” de la joven dominicana y su “condena y repulsa” por el “execrable asesinato».

El alcalde, Agustín Juárez, dijo que el entierro de la adolescente podría celebrarse el próximo sábado, día 19, para darle tiempo a su padre y a su hermano a viajar a España desde la ciudad dominicana de Puerto Plata, donde residen.

Una amiga de la familia que estaba en el bar que regentan la madre y el padrastro de Avellaneda cuando fue vista por última vez, corroboró ayer ante los periodistas el relato de la madre.  

En la noche del pasado viernes, cuando esperaba en el bar a su madre para irse juntas a casa, la chica salió a la calle para atender una llamada telefónica, “como ella tenía costumbre”, y desapareció.   Ana González, la directora del Instituto Las Canteras, de Collado Villalba, donde estudiaba Avellaneda, manifestó a la prensa que ella era “una chica estupenda”, “buena estudiante” y “buena en todo».