Muerte del Papa conmueve líderes mundiales

Muerte del Papa conmueve líderes mundiales

PARIS (AFP).- Los principales líderes mundiales expresaron emoción y tristeza por la muerte del Papa Juan Pablo II, artífice de la paz y la reconciliación, y reconocido en forma unánime por su coraje y determinación.

Uno de los primeros en reaccionar fue el presidente estadounidense George W. Bush, quien destacó su papel en la lucha contra el comunismo. «La Iglesia católica perdió a su pastor y el mundo a un defensor de la libertad humana», dijo.

«Profundamente triste», el secretario general de la ONU, Kofi Annan, alabó la memoria de un «infatigable abogado de la paz» y el presidente ruso Vladimir Putin recordó a «una figura excepcional de nuestro tiempo».

El primer ministro israelí Ariel Sharon, quien dio su pésame a los cristianos de todo el mundo, elogió al «hombre de paz» y «amigo del pueblo judío, que reconocía su singularidad y obró por la reconciliación de los pueblos».

El presidente francés Jacques Chirac homenajeó a un «Sumo Pontífice excepcional» que mostró a todos los pueblos «el camino de la concordia, la solidaridad y la libertad».

La reina Isabel II de Inglaterra expresó su «profunda tristeza» y el primer ministro Tony Blair lamentó la pérdida de «un hombre notable».

El gobierno chino presentó oficialmente el domingo sus condolencias por la muerte del Papa y deseó que durante el próximo pontificado mejoren sus vínculos con el Vaticano, con el que no mantiene relaciones diplomáticas desde hace medio siglo debido a que la Santa Sede reconoce a Taiwán.

El presidente de Cuba Fidel Castro aseguró que «la humanidad guardará un emotivo recuerdo» de Juan Pablo II por su labor a favor de la paz y la justicia. Castro, que hace 46 años que está en el poder en la isla de gobierno comunista, recibió al pontífice durante una visita que éste realizó en 1998.

India también expresó su tristeza por la muerte de Juan Pablo II y recordó que había beatificado a la madre Teresa, fundadora de la orden de las Misioneras de la Caridad.

El premio Nobel de la Paz y jefe histórico del sindicato polaco Solidaridad, Lech Walesa, estimó que el pontificado del Papa abrió la vía a la Unión Europea ampliada.

«Juan Pablo II era el humanista número uno de este planeta» y «desempeñó un papel enorme en el fin de la guerra fría», estimó Mijail Gorbachov, el último presidente soviético.

El canciller austriaco Wolfgang Schuessel y el primer ministro húngaro Ferenc Gyurcsany subrayaron el papel desempeñado por Juan Pablo II en la caída del comunismo.

El presidente iraní Mohamad Jatami, un religioso chiíta, calificó al Papa de defensor de «la verdad, la justicia y la paz».

Japón -que cuenta con unos 450.000 católicos- saludó los esfuerzos del Papa por la paz, mientras el alcalde de Hiroshima le rendía homenaje por su solidaridad con el único país que sufrió un ataque nuclear en 1945.

En Indonesia, el mayor país musulmán del mundo con 5% de católicos, se estimó que la muerte de Juan Pablo II representa una «inmensa pérdida».

El primer ministro canadiense Paul Martin y el presidente surcoreano Roh Moo-Hyun alabaron al «apóstol de la paz».

Brasil, por su parte, «se siente afligido», dijo su presidente Luiz Inacio Lula da Silva, mientras que el presidente de Guatemala, Oscar Berger, afirmó que su país tiene una deuda con el Papa fallecido, por su apoyo al proceso de pacificación del país y la solidaridad expresada con los pueblos indígenas.

También el presidente peruano Alejandro Toledo, señaló que su país recordará a Juan Pablo II por las dos visitas realizadas en la década de 1980 cuando Perú más necesitaba de su mensaje de paz y esperanza.

A su vez, el rey Mohamed VI de Marruecos expresó su pesar.

El presidente nigeriano Olusegun Obasanjo agradeció al difunto Papa por haberse opuesto a los ex dictadores militares que dirigieron Nigeria.

Para la presidenta filipina Gloria Arroyo, «el mundo pierde a un gran puente espiritual».

Desde su exilio en India, el líder espiritual de los budistas tibetanos, el Dalai Lama, lo definió como un «gran líder espiritual».

Juan Pablo II tenía «un mensaje para todo el mundo cristiano y todos los hombres», dijo por su parte el arzobispo de Canterbury Rowan Williams, jefe espiritual de unos 70 millones de anglicanos.

El secretario general de la Liga Arabe, Amr Musa, calificó al Pontífice de hombre excepcional que mostró «gran interés por la instauración de la paz en Medio Oriente sobre bases justas».

El portavoz del patriarca latino de Jerusalén precisó que Juan Pablo II «amaba al pueblo palestino y supo acercar a cristianos, musulmanes y judíos».

«Espero que sus herederos sigan en la vía de la reconciliación», estimó a su vez el gran rabino sefardí Shlomo Amar, en Israel.

Excepcionalmente, las dos principales televisiones árabes, Al Yazira y Al Arabiya, hicieron una amplia cobertura de la agonía y muerte del papa polaco, provocando la ira de los islamistas.

En medio de este concierto de alabanzas, el movimiento contestatario católico «Wir sind Kirche» («Nosotros somos Iglesia»), especialmente activo en Alemania, se desvinculaba y recordaba las «numerosas decisiones erróneas» del Papa.

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