Muerte Fakhrizadeh pone a prueba prudencia estratégica de Irán

Muerte Fakhrizadeh pone a prueba prudencia estratégica de Irán

Hace unos días fue difundida la información de que a principios de noviembre el presidente de Estados Unidos Donald Trump, había contemplado la posibilidad de un ataque militar contra la principal instalación nuclear de Irán y este pasado viernes 27 de noviembre cerca de Teherán fue asesinado Mohsen Fakhrizadeh considerado por las agencias de inteligencia occidentales como el padre del programa nuclear de la República Islámica de Irán. ¿Qué conexiones existen entre ambos hechos? y ¿Cuál es su finalidad?  

LA RELEVANCIA DE MOHSEN FAKHRIZADEH  

El asesinato de Mohsen Fakhrizadeh el más importante científico nuclear del régimen de los ayatolas quien tenía asignada la dirección de la parte militar del programa nuclear de la República Islámica de Irán, es muy similar en alcance al asesinato en Bagdad, Irak y mediante drones, el 3 de enero de este año, del general Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds, unidad elite utilizada a lo externo por la Guardia Revolucionaria para extender la influencia de Irán en Oriente Medio. 

Esto se puede comprobar al constatar la alta jerarquía presente en la ceremonia del sepelio de Fakhrizadeh, entre ellos el general Hossein Salami, jefe de la Guardia Revolucionaria, el general Amir Hatami, ministro de defensa de Irán, el actual jefe de la Fuerza Quds, general Ismail Ghaani, quien sustituyó en el cargo al asesinado general Qasem Soleimani, Mahmud Alaví, ministro de inteligencia, el vicepresidente Alí Akbar Salehí, jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán. Lo cual indica la relevancia de Mohsen Fakhrizadeh.  

El científico, era profesor de física y dirigió el proyecto Amad, programa encubierto creado en 1989 para construir una bomba nuclear. Pero, de acuerdo con el Organismo Internacional de Energía Atómica, este programa fue cancelado en 2003. Sin embargo, Fakhrizadeh saltó a la palestra pública cuando en 2018, el primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu, al presentar una amplia investigación sobre el programa nuclear de Irán, lo mencionó como el principal cerebro. 

EL PLAN DE ACCIÓN INTEGRAL CONJUNTO 

Se recuerda que, en el año 2015 impulsado por el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama y la Unión Europea, los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y Alemania firmaron con Irán el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, siglas en inglés), con lo que se buscaba limitar el programa nuclear iraní a fines exclusivamente civiles. En compensación, las sanciones económicas impuestas se irían aliviando. Este plan no llenó las expectativas de Israel y Arabia Saudita, principales aliados de Washington en Oriente Medio, que en el presidente Donald Trump, encontraron la complicidad que Barack Obama el presidente saliente no les ofrecía. 

En mayo de 2018 Estados Unidos salió del acuerdo 5+1 como también se le conoce, restableciendo y reforzando las sanciones a Irán con la finalidad de que no pudiera vender petróleo para privarla de recursos e impedir el desarrollo de su programa nuclear, del proyecto de misiles balísticos y terminar sus pretensiones de influencia en Oriente Medio. Si bien, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), agencia de Naciones Unidas que el acuerdo encarga de su vigilancia y verificación ha asegurado tras todas sus inspecciones que Irán ha cumplido estrictamente con el acuerdo.  

Sin embargo, desde que Estados Unidos se retiró del acuerdo, los iraníes aumentaron el número de las centrifugadoras para la producción de uranio enriquecido que el acuerdo reducía a 6,100 unidades, con lo cual, si bien, no enfrenta limitaciones operativas, ni a la investigación y desarrollo, no significa que tengan la cantidad necesarias para producir armas atómicas.  

Aunque Irán, en los hechos, puso en receso sus pretensiones nucleares, con la firma del acuerdo JCPOA, es probable que haya mantenido, como plan alterno, a Fakhrizadeh trabajando en la planificación de cómo obtener el ingenio nuclear rápidamente, si fuere necesario en el futuro. Esto podría ser una explicación a la presencia de un científico nuclear en el ministerio de defensa de Irán. 

DESAFÍOS DEL ATENTADO A LO INTERNO 

Irán ha declarado que quienes ejecutaron el atentado son de la Organización Muyahidines del Pueblo de Irán (Moyahedin-e Jalq) una agrupación en el exilio, islámica y de corte izquierdista que tiene como objetivo derrocar el régimen de los ayatolas y que se remonta a los tiempos del sah Mohammed Reza Pehlevi. De manera concomitante señala a Israel como el planificador, pudiendo esto guardar relación con el señalamiento que hiciera en 2018 Netanyahu sobre Fakhrizadeh y que ya referimos más atrás.  

Un problema mayúsculo que pone de manifiesto que actores locales y agentes extranjeros tienen la capacidad de llevar a cabo actos como el que acabó con la vida de este científico. Lo que es una vulnerabilidad grave en el apartado seguridad para la imagen de eficiencia y competencia de los Guardianes de la Revolución Islámica.  

Este asesinato agudiza en Irán las pugnas entre ultraconservadores y moderados. Los primeros quieren una respuesta rápida y contundente como venganza ante la osadía del atentado. Los moderados, representados en el presidente, Hasán Rohaní, piden la calma y hacen llamados para que se espere el momento oportuno para responder adecuadamente. 

Pero, más que retrasar el programa nuclear iraní, que por su grado de sofisticación hace rato no depende de una sola persona, este tipo de acciones puede darles argumentos a los ultraconservadores que, de esta manera, podrían acabar recuperando la presidencia en las elecciones del próximo año, bloqueando la posibilidad a los inspectores del OIEA de que puedan continuar en el desarrollo de su labor de vigilancia, lo que le permitiría acariciar la posibilidad de obtener de una vez la bomba atómica 

LA FINALIDAD DE LA MUERTE DEL CIENTÍFICO NUCLEAR IRANÍ  

Dado que no hay una solución militar para el gran problema que supone la estrategia de expansión iraní y puesto que el plan del presidente electo Joe Biden tiene entre sus objetivos regresar con Teherán al camino diplomático, este tipo de acciones lo que buscan realmente es problematizar el trabajo diplomático que tendrá la administración Biden a partir del 20 de enero de 2021.  

De manera que no es de extrañar que principalmente, Donald Trump, Benjamín Netanyahu y Mohamed bin Salman estén intentando conseguir una reacción apresurada y errática de Irán que les sirva de justificación a posteriores castigos y bloquee el acercamiento que Joe Biden pudiera estar ideando. 

Esto podría explicar la estrategia de contención, con respuestas de perfil bajo a este y otros ataques recibidos por Irán, con la que tanto el líder supremo el ayatola Ali Jamenei y el presidente Hasán Rohaní tratan de mantener el control de la situación hasta tanto llegue el nuevo presidente a la Casa Blanca. Sin embargo, no es tan seguro que todo fluya color de rosa para la República Islámica pues es muy probable que el ofrecimiento de Biden venga aparejado de nuevos requerimientos, como son el control del programa de misiles balísticos y de la influencia iraní en la región de Oriente Medio. ¿Lo aceptara Irán? Está por verse.

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