MAO. Valverde.  Un día oscuro, marcado para siempre con recuerdos desgarradores y pensamientos amargos, será el Día de Reyes para Daniel Antonio Reyes (Negrito), de 68 años, un policía pensionado que de manera accidental mató el pasado lunes a su hijo Elías Reyes Santana, de 12 años, de un balazo en la cabeza, una tragedia que ha consternado a toda una comunidad.

Con el alma destrozada, Negrito, como lo conocen en el barrio Cerro de Marino, narró que salió temprano en la mañana con su niño, que procreó con Yolanda Antonia Santana, a realizar algunas diligencias para luego ir a comprarle su regalo, y que al llegar a la casa el revólver se le cayó, disparando  en la pared y después a él.

“Nunca voy a olvidar esta palabra que me dijo: Papi, ¿cuando los revólveres se caen disparan? Y le respondí: Esta arma se me ha caído tres veces y nunca se ha disparado.  Ahí mismo se me cayó, disparó y mató a mi niño”, relató el padre del menor.

Reyes dijo que su revólver, un Smith And Wesson, calibre 38, no lo usará mientras viva.

Los vecinos dicen que la tragedia fue  accidental, ya que Negrito quería mucho a su hijo Elías, y   lo definieron de  un hombre responsable y respetado.

“Negrito es un hombre bueno”, dijo Juan María Betances, de 80 años.