Residentes de Sabana Grande de Boyá en Monte Plata, donde la madrugada de ayer fueron asesinados un teniente y un cabo de la Policía Nacional, aseguraron que el hecho fue un ajuste de cuentas, ya que Luis Wilfi Ferrer Corniel, quien supuestamente dirigía una banda que vendía drogas, había prometido matar al oficial por meterlo preso.
Los muertos son el segundo teniente Johnny de los Santos Vergal y el cabo Basilio Carmona Taveras, quienes fuero ultimados frente al destacamento del municipio.
La Policía informó que Eliezer Reyes Polanco, alias Blanco, uno de los implicados en la muerte de los agentes fue ultimado la mañana de ayer en un intercambio de disparos, versión que fue negada por los familiares, ya que aseguraron que su pariente levantó las manos para entregarse, pero le dispararon a quema ropa.
Por la muerte de los oficiales también es buscado Billy Confesor Báez del Rosario.
Había apresado a Wifri. Braulio Vergal, hermano del fallecido oficial, dijo que hace nueve días su pariente apresó a Wifri Ferrer, prófugo todavía, por posesión de drogas y que lo envió a la Fiscalía de Monte Plata, pero tres días después lo soltaron, supuestamente por dinero.
“Como Johnny era un policía honesto que no le permitía hacer sus fechoría, él entró en riña con mi hermano al punto de provocarlo y poner una música frente al cuartel para cuando salga matarlo”, expresó.
Aunque la Policía informó que el hecho sucedió cuando los agentes le pidieron que bajaran la música, sus parientes insisten en que fue un desquite porque el oficial lo había apresado.
“El blanco era Johnny. Como no le cogía un peso a nadie quisieron salir de él”.
Con apoyo de autoridades. En la comunidad fue reiterativa la opinión de que esa banda tenía en zozobra a la comunidad con el apoyo de la fiscalía y muchos policías que por dinero permitían que operaran sus negocios.
“Ese Wifri no caía preso y si lo atrapaban de una vez lo soltaban. El tiene comprado a jueces y fiscales”, aseguró un residente que no ser identificado.
Los restos del teniente De los Santos Vergal eran velados anoche en Sabana Grande de Boyá, mientras que los del cabo Carmona Taveras fueron llevado al municipio de Yamasá, de donde era oriundo.