Muerte súbita en sala de emergencia

Muerte súbita en sala de emergencia

Podemos afirmar que el tratamiento de la muerte súbita de origen cardiaco data desde principios de los años 50, cuando los doctores Peter Safar y James Elam realizaron el descubrimiento de la maniobra de apertura de la vía aérea y ventilación boca a boca.

A ellos le sigue la descripción, por vez primera, del masaje cardiaco externo, realizada por Kouwenhoven y Knickerbocker, así como la aplicación de la desfibrilación externa por Claude Beck.

De esta manera se inicia la ruta que nos lleva por una serie de acontecimientos que -individualmente y en conjunto- marcarán los hitos que darán paso a las técnicas terapéuticas utilizadas hoy en día para el tratamiento de la muerte súbita de origen cardiaco.

Desde mayo del 2014, República Dominicana ha dado inicio a un ambicioso programa con repercusión en la salud pública; ha iniciado el Sistema de Emergencias Médicas 9-1-1, el cual juega un papel protagónico en el tratamiento de la muerte súbita de cualquier etiología, debido a que la rapidez con la que el profesional de la medicina pre hospitalaria llega a la víctima y proporciona una descarga eléctrica, representa la piedra angular del tratamiento de la muerte súbita de origen cardiaco.

Debido a que la mayoría de las víctimas de muerte súbita no tienen síntomas antes de la misma, o los mismos son pasados por alto; y a que los factores de riesgo que puedan tener no son relacionados con dicho desenlace, resulta imperativo la mejora de los sistemas de resucitación cardiopulmonar extrahospitalaria con el objetivo de conseguir una mayor supervivencia de estos pacientes.

El personal sanitario del sistema de atención prehospitalaria debe de mantener las acreditaciones y los conocimientos actualizados en materia de soporte vital básico y avanzado, también debe de contemplarse la disminución de los tiempos de respuesta ante estas situaciones con el fin de aumentar el porcentaje de sobrevida de estos pacientes.

Debido a que los tiempos de respuesta en nuestro país pueden variar en gran medida, la supervivencia de la víctima dependerá de que los testigos inicien el soporte vital básico y usen un DEA para la desfibrilación, si es que disponen de él.

El predictor más importante de supervivencia en estos casos es el tiempo que transcurre hasta la desfibrilación eléctrica, pues a medida que éste se prolonga, disminuye rápidamente la supervivencia medida al alta hospitalaria.

En este sentido, la desfibrilación externa automática ha demostrado, en múltiples estudios, la reducción del tiempo hasta la desfibrilación y la mejoría de la supervivencia.

Por estas razones, los sistemas de acceso a la desfibrilación pública, que permiten a personal no médico el empleo de desfibriladores externos automáticos, han concitado mucho interés en un número cada vez mayor de países, ciudades o compañías que los acogen con entusiasmo.

 

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