Muertes extrañas de turistas en resorts dominicanos

Muertes extrañas de turistas  en resorts dominicanos

Creemos que tenemos experiencia suficiente para escribir sobre este espinoso tema, por tener más de cuarenta años ligados al sector turístico, especialmente en una de las zonas donde se acusa el fallecimiento de tres turistas que se encontraban vacacionando y que al parecer, no tomaron las debidas precauciones.
En entregas anteriores hemos relatado lo peligroso que puede resultar el denominado “paquete turístico todo incluido”, en donde el vacacionista, como también lo hemos afirmado, no son turistas, sino obreros a los cuales les resulta más conveniente, comprar un vuelo de ida y vuelta por una semana que incluye alimentos, bebidas y transporte hacia el aeropuerto, que quedarse en su casa, y gastar el doble, teniendo que cocinar, lavar, planchar y conducir hacia los mercados para comprar los alimentos.
Al ser estas personas, la mayoría no acostumbrada a observar en las estanterías de los comedores tanta comida, golosinas y bebidas alcohólicas, inician con desenfreno, gula y avidez a ingerir todo lo que no estaba acostumbrado a comer, así como, también a beber hasta la saciedad y ahí ocurre, o una indigestión o un peligroso empalago que lo mantiene aletargado y recurre a retirarse a su habitación, en donde, más de una vez han tenido los médicos del hotel que asistirlos en estado amorfo.
Debemos admitir, que hay diferentes tipos de alimentos, sobre todo los tropicales, que cuando se mezclan causan una reacción en cadena que puede hasta llegarles a producir un infarto, que cuando es leve, tiene salvación, pero por el contrario, si es al miocardio, deviene en muerte súbita.
Hay establecimientos hoteleros, ya que hemos sido testigos y comprobado, que cuando aparece un cliente de países en donde las bebidas espirituosas son muy caras o de difícil obtención, desde que se registran se dirigen al bar y empiezan a tomar con ansiedad. Los “bar tender” tienen instrucciones previas, ya que los mismos son catalogados como “dan pérdidas”, a prepararles un cóctel especial, que les provocan hasta diarrea. En una ocasión, fui testigo de dos italianos que se pasaron dos días en cama con dolores estomacales.
Ahora bien, resulta insólito creer que los esposos Nathaniel Edward Holmes, de 63 años de edad, y su pareja Cynthia Ann Day, de 49, sufrieron casi al mismo tiempo, dos graves condiciones que les causaran la muerte. El resultado de la autopsia fue, “hemorragias petequiales en superficie pleural, cerebrales y viscerales generalizadas; así como, edema pulmonar, cirrosis hepática, gastritis y hemorragia pancreática”, De su parte, la señora Cynthia Ann Day fue diagnosticada, muerte por edema cerebral. Lo inverosímil del caso, es que ambos fueron encontrados muertos el 30 de mayo, día que se suponía abandonarían la República Dominicana. Este chocante caso sucedió en el Hotel Nueva Playa Romana ubicado en la antigua Playa Santana en la provincia de San Pedro de Macorís.
Los exámenes patológicos que se están llevando a cabo, que incluye la composición de las bebidas que ingirieron, así como su compatibilidad con los medicamentos que tenían recetados, pueden arrojar luz y determinar, la culpabilidad o no de la instalación hotelera. Hay pacientes que hacen caso omiso a las indicaciones del fabricante y se auto medican sin tomar en consideración que la mezcla de una sustancia con la otra, puede ser mortal.
En los Estados Unidos de América, alrededor de un treinta por ciento de pacientes han fallecido por contraindicación de medicamentos por galenos que han experimentado productos que le son suministrados de manera de muestras gratis por visitadores a médicos y también por llevarse de otro paciente que le indica que se ha sanado tomando ese medicamento. Por eso, los pacientes deben leer cuidadosamente el medicamento que ingieren y evitar que neófitos les sugieran lo que ellos toman.
Para muestra un botón. Una apreciada amiga fue víctima de un médico ginecólogo, que en el momento de su embarazo le recetó talidomida, droga que todavía no había sido comprobada su efectividad en el período de gestación. Resultado: La criatura nació con la mano atrofiada, sin que se pudiera tomar acción alguna, tanto contra el fabricante o el obstetra, por este daño físico permanente e irreparable.

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