Muertes por balas perdidas son cada vez más en el país

Muertes por balas perdidas son cada vez más en el país

Vielka Colón fue impactada en la cabeza por una bala perdida.

Niños de todas las edades, algunos en brazos de sus madres, jóvenes con grandes sueños, como la modelo asesinada recientemente en Los Frailes de Santo Domingo Este, hombres y mujeres en plena vida productiva, son las víctimas que caen cada día en República Dominicana por los disparos al aire.

El año 2022 inicia con esta temida escala de muertes, muchas provocadas en fiestas nocturnas, en las calles, por puntos de droga o en acción de venganza.

Varios tiroteos ocurrieron en “teteos”, como se conocen las fiestas que se celebran en la vía pública, en violación a las normas de prevención del coronavirus.

Aquí, un relato de algunas de las últimas muertes por disparos al aire, por balas perdidas. El 1 de enero de este año, se reportó la triste noticia de la muerte de la joven Kenia Arias Meléndez, una modelo a la que alcanzó una bala pérdida cuando compartía con amigos.

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Abundan las victimas

Para el 2 de enero pasado, las crónicas policiales relataban el dolor de una familia que perdió a Jayco Marte Custodio, un niño de apena cinco años que jugaba frente a su casa y fue víctima de una bala perdida en un tiroteo que de motoristas en el sector Villa María, Distrito Nacional.

El 6 de enero, la víctima fue Julio Adrean, impactado por disparos que le hicieron desconocidos cuando se dirigía a su casa por la autopista del Coral en Bayahíbe, provincia La Altagracia.

El 20 de diciembre fue muerto un hombre solo identificado como Teodoro, de 24 años, en el municipio de El Valle, Hato Mayor, incidente en el que fue herido Carlos Rivera Ramírez, de 27 años.

La Policía calificó el hecho como “confuso incidente”. Ese día, en San Francisco de Macorís, mataron a Argeli Manuel Paredes Peña de 21 años, con dos impactos de bala.

El 11 de octubre de 2021 murió Adrielis Tapia Ojeda, de 8 años, por motoristas que hacía disparos al aire por un punto de drogas en Moca.