Muertes superan los cincuenta; todavía hay muchos cadáveres bajo los escombros

Muertes superan los cincuenta; todavía hay muchos cadáveres bajo los escombros

Londres.- Veinticuatro horas después de los atentados terroristas en Londres, el número oficial de víctimas es de más de 50 muertos y 700 heridos, mientras que un centenar de personas continúan ingresadas, 22 de ellas en estado grave.

   «Varias personas se encuentran en un estado muy delicado. No sabemos si sobrevivirán, por lo que la cifra de muertes puede aumentar», admitió esta mañana el ministro británico del Interior, Charles Clarke.

   El jefe de la Policía, Ian Blair, anunció que de las 700 víctimas, la mitad fueron atendidas «in situ», tras lograr salir con vida, entre el humo y el caos, de una de las tres estaciones blanco de los terroristas: King’s Cross, Aldgate y Edgware Road, y de la plaza de Tavistock, en la que el techo de un autobús voló por los aires.

   El resto de los heridos, más de 300, fueron trasladados a varios hospitales, donde hoy siguen ingresados un centenar.

   Al menos 21 cuerpos continúan enterrados bajo los escombros en el subsuelo entre King’s Cross y Russell Square, aunque el «trabajo para el rescate» de cadáveres «tiene lugar en todos los lugares» afectados, dijo Ian Blair.

   En el Royal London Hospital, un vasto edificio situado a apenas 300 metros de la estación de Aldgate, en la que murieron al menos siete personas, «el personal trabaja al cien por cien desde anoche» para asistir a los 26 pacientes que continúan ingresados, de los más de 200 heridos a los que se atendió ayer.

   Siete de esos pacientes se encuentran en estado muy grave, según un escueto comunicado del centro sanitario, que se alza en medio de un barrio de mayoría musulmana, colindante a la City, el corazón financiero de Londres.

   A primera hora de la mañana, los pasillos de este hospital estaban desiertos: «Nada que ver con el día de ayer, que no paraban de entrar y salir ambulancias y mucha gente llegaba por su propio pie desde Aldgate con heridas leves», relató a EFE el propietario de una tienda de revelado cercana al edificio principal.

   «Todo salió bien. Estábamos preparados y el personal estuvo muy unido», declaró un conductor de ambulancia.

   En otros puntos de la ciudad, varios hospitales atendían a las víctimas de los brutales atentados, aquejadas la mayoría de «múltiples heridas y disfunciones en varios de los sistemas del organismo», según el profesor Jim Ryan.

   Esos son los efectos «de un atentado terrorista. Y eso es lo que hemos visto», dijo Ryan, al frente del equipo médico que trabaja a contrarreloj para salvar a las víctimas ingresadas en el University College Hospital.

   Varios de los pasajeros que quedaron atrapados en los trenes, bajo suelo, con altas temperaturas y poco oxígeno, están siendo tratados por «inhalación de humo y quemaduras», declaró un portavoz del centro Guy and St Thomas’s.

   La rápida y coordinada respuesta de los servicios de emergencia, preparados desde hace meses para afrontar un posible ataque terrorista, ha evitado el caos en los hospitales.

   El príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa, la Duquesa de Cornualles, ejemplificaron las muestras de solidaridad cuando visitaron esta mañana a las víctimas en el hospital de Saint Mary’s.

   La reina Isabel II se desplazará hasta otro centro sanitario durante la jornada para trasmitir el apoyo de todo el Reino Unido a a los afectados.

   Mientras, en la calle, algunos de los supervivientes le echan coraje: «Viví el terror en Aldgate. Hubo caos, humo y tardé una eternidad en llegar a la oficina. Hoy he salido por la siguiente parada (Aldgate East). Hay que seguir adelante», explicó un empleado de la City.

 

 

 

 

 

 

 

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