REDACCIÓN CENTRAL (EFE).- La recuperación de cadáveres y búsqueda de desaparecidos luego del seísmo y los maremotos del pasado domingo arrojan ya resultados sin precedentes conocidos y los muertos ya se calculan en más de cien mil.  Según la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, el terremoto de nueve grados en la escala de Richter y los maremotos que produjo puede haber matado a más de cien mil personas en diez países del sudeste asiático, que poco a poco descubren el alcance de la tragedia.

   Aunque la Cruz Roja sólo tiene confirmación de 77.000 muertos, el incremento de fallecidos comunicados en Indonesia -el seísmo se registró cerca de la isla indonesia de Sumatra- disparó hoy el total oficial por encima de los ochenta mil, a los que habrá que agregar muchos de los que permanecen desaparecidos.

   Pueden ser más medio millón los heridos y 161.000 las personas sin hogar, datos que ya permiten considerar que la catástrofe tiene pocos precedentes conocidos y que se necesitarán millones de dólares durante los próximos meses para atender a las necesidades de millones de personas afectadas.

   La Cruz Roja avisó de que habrá sin duda «falta de coordinación durante las dos próximas semanas» para atender al elevado número de víctimas del seísmo entre los diferentes organismos de varios países.

   La Federación, que agrupa a 181 sociedades nacionales de Cruz Roja y Media Luna, se está coordinando con los organismos especializados de las Naciones Unidas.

   Aunque en las últimas horas apenas hubo actualización de datos oficiales, destacó el incremento del número de muertos del que informaron las autoridades indonesias, según las cuales el seísmo y el maremoto podrían haber matado a no menos de 45.000 personas e incluso algunas fuentes elevan este dato hasta las 80.000 sólo en ese país.

   Sri Lanka, con más de 22.000 muertos, y la India -con no menos de 10.000 víctimas y donde el Gobierno califica el suceso de «calamidad nacional»- son los países más afectados de los diez del sudeste asiático golpeados por la tragedia, mientras que comienza a conocerse poco a poco detalles de los minutos que tardó el mar en arrasar miles de kilómetros de costas.

   En el archipiélago indio de Andaman y Nicobar aún se ignora la suerte de unas diez mil personas, la mitad de la población de la isla de Car Nicobar.

   Cientos de voluntarios recogían hoy cadáveres entre los escombros de los establecimientos hoteleros de lujo situados en la playa de Khao Lak, al sur de Tailandia, en medio de un intenso olor a muerte y donde fallecieron muchos turistas occidentales, la mayor parte europeos.

   En los complejos hoteleros se albergaban al menos 5.000 turistas, y en la zona trabajaban y vivían más de 10.000 personas, cuando el pasado domingo tres gigantescas olas ocasionaron la tragedia.

   Los países europeos afectados han comunicado que cientos de personas han fallecido, están desaparecidas o no han podido ser localizadas como consecuencia del maremoto.

   Alemania reconoce 26 nacionales muertos, Francia tiene noticias de la muerte de 20 de sus ciudadanos -pero el grupo hotelero galo Accor comunicó que 329 personas alojadas en su hotel de Khao Lak siguen desaparecidas- e Italia informó de la muerte de trece personas.

   Veinte británicos han perdido la vida en el maremoto pero se espera que la cifra aumente en los próximos días, las autoridades suecas no tienen noticia de más de 1.500 de sus nacionales y hay varias decenas de muertos de otros países escandinavos.

   En España siete personas se consideran desaparecidas «en base a noticias fiables», según fuentes diplomáticas, pero aún no se tiene confirmación de la muerte de ningún español como consecuencia de la tragedia del domingo.

   En cuanto a la valoración de los daños económicos y el coste de la reconstrucción, aún se carece de datos precisos para calcular el esfuerzo necesario en los próximos meses y años y el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció su disposición a ayudar cuando se pueda valorar el impacto del desastre en las economías de los países afectados.

   «Es pronto» para hacer un balance y adelantar cuáles serán los efectos de la tragedia en las economías individuales de cada país y en la de la región, precisó un portavoz del organismo multilateral en declaraciones a la prensa.

   El Fondo dijo que proporcionará ayuda técnica a la zona afectada y, más adelante, evaluará las posibilidades de extender su contribución al ámbito financiero. EFE