Muertos suben a 55 mil, heridos

Muertos suben a 55 mil, heridos

COLOMBO (AFP).– El número de muertos superaba el martes los 55.000, mientras otras 30.000 personas estaban desaparecidas y el costo de los daños se calculaba en 13.500 millones de dólares, dos días después del maremoto que devastó las costas de ocho países de Asia. Los países que deploraban el mayor número de víctimas de esta «catástrofe sin precedentes», como la calificó la ONU, son Indonesia y Sri Lanka.

   Según el director de la Defensa Civil italiana, Guido Bertolaso, el balance de víctimas podría aumentar en los próximos días a 100.000 muertos.

   El número de personas que perdieron sus hogares es sumamente elevado. «Hay un millón de personas desplazadas en Sri Lanka, otras 29.000 en Tailandia y unas mil en India», declaró en Ginebra un portavoz de la Cruz Roja.

   Unas 20.520 personas resultaron heridas a causa de las olas gigantescas.

   La cifra de muertos subió dramáticamente luego de que Indonesia anunciara que 27.124 personas perecieron en Sumatra, epicentro del sismo que desencadenó gigantescas olas que sepultaron pueblos enteros en las costas sur y sudeste de Asia.

   En Sri Lanka, el gobierno dijo que al menos 17.640 personas perecieron en este desastre que castigó el 75% de las costas de esa isla.

   En India, el martes, se habían contabilizado unos 8.523 muertos, de los cuales 4.500 en el Estado de Tamil Nadu, y otros 4.000 en las islas Andamán y Nicobar, archipiélago indio situado en el golfo de Bengala, no lejos del epicentro del sismo.

   La zona más afectada fue el distrito oriental de Ampara, donde murieron 8.308 personas, agregó la fuente.

   Ante la magnitud de la tragedia, la Organización de las Naciones Unidas y la Cruz Roja Internacional, trataban de coordinar las ayudas internacionales que afluyen hacia las regiones damnificadas.

   La ONU pedirá a los países donantes que aporten una suma que podría superar los 1.600 millones de dólares, anunció una de las coordinadoras de los socorros de emergencia.

   De su lado, un experto de Munich Ré, el primer grupo de aseguradoras del mundo, estimó que el sismo causó daños materiales que podrían superar los 10.300 millones de dólares.

   Según un responsable de asuntos humanitarios de la ONU, Jan Egeland, las Naciones Unidas tendrán que organizar «la mayor operación» de ayuda humanitaria de su historia.

   La Federación Internacional de la Cruz Roja solicitó en Ginebra una ayuda de 44 millones de dólares.

   «Se trata de la peor catástrofe en varias décadas y aún no hemos comprobado toda la magnitud de los daños», declaró Markku Niskala, secretario general de la Federación en un comunicado.

   Los maremotos que se produjeron en el Océano Indico el domingo fueron desatados por un sismo de magnitud 9 en la escala abierta de Richter frente a las costas de Indonesia, lo que levantó y precipitó masas de agua a lo largo de miles de kilómetros de costas.

   El sismo fue tan fuerte que las olas mortales llegaron hasta la costa oriental de Africa, a más de 6.000 km, matando por lo menos a 40 pescadores en Somalia, donde otros 60 están desaparecidos. En Tanzania perecieron 10 y en Kenia una persona.

   El número de turistas extranjeros que figuran entre las víctimas del cataclismo no cesaba de aumentar. Sólo en Tailandia, más de 700 extranjeros perecieron, entre ellos 7 chilenos y dos brasileños, estimaron las autoridades.

   Entre los países occidentales los que lamentaban el mayor número de muertos este martes son Gran Bretaña (16), Italia (13) y Noruega (13), pero la gran inquietud viene sobre todo de Alemania y Suecia.

   El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, temía un número de muertos y heridos «sumamente grave», por lo menos 100, entre los 4.000 turistas alemanes que se encontraban en la región.

   En Suecia, la cancillería anunció que no había noticias de por lo menos 1.500 suecos, y expresó abiertamente el temor de que un gran número de ellos hayan muerto.

   También había una gran inquietud concerniente al hotel Sofitel de Jao Lak, en el norte de Phuket, en Tailandia, cuyo propietario, el grupo francés Accor, anunció que se desconocía la suerte que habían corrido 229 personas y que 35 cadáveres fueron hallados entre los escombros del establecimiento.

   En Jao Lak había decenas de cadáveres tirados en las calles y otros colgando de los árboles o flotando en las piscinas.

   La policía impuso un toque de queda en varias zonas para evitar los saqueos.

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