El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) mostró preocupación por los atracos que han sido víctimas varios periodistas en los últimos días en diferentes partes de la capital, a los que les han sustraído prendas, celulares y dinero en efectivo.

El pasado 6 del presente mes fue atracado a punto de pistola el presidente de Instituto de Previsión y Protección del Periodista (IPPP), periodista Juan Carlos Bisonó, en las proximidades del edificio que aloja la Suprema Corte de Justicia, en el Centro de Los Héroes del sector La Feria, el cual fue despojado de más 30,000 mil pesos en efectivos y prendas preciosas entre ellas su anillo de graduación.

Ya antes, en ese mismo lugar y como el mismo método fue atracada la periodista Sofía Suzaña, a la que le quitaron unos 60 mil pesos y maltratada con golpes y palabras insultantes.

Mientras que el jueves 8 de este mismo mes, dos jóvenes atracaron a la periodista Denisse Polanco Sánchez, quienes les apuntaron con un arma de fuego y le pidieron le sea entregada la cartera que poseía en donde había dinero, prendas y su móvil telefónico, este hecho ocurrió en el sector de Alma Rosa II, en el municipio Santo Domingo Este.

También en ese municipio fue despojado de sus cámaras y una mochila hace unos meses el director del portal Vigilante Informativo Genris García, tras abordar un carro del transporte público

José Beato secretario general del SNTP, hace un llamado a las autoridades policiales para que den seguimiento a las denuncias de los comunicadores sociales para poder apresar y someter a la justicia a estos malandrines, de igual manera le sugieres a los periodistas y demás trabajadores de la prensa, tomar las precauciones necesaria ante el auge de la delincuencia que afectan amplios sectores de la sociedad dominicana.

Beato, pidió a la Policía Nacional instalar vigilancia permanente en las inmediaciones de la Casa Nacional del Periodista, situada a pocos metros de la Suprema Corte de Justicia, la Procuraduría General de la República y el Congreso Nacional, perímetro que pasadas las seis de la tarde se convierte en tierra de nadie.