Muestra sobre turismo enfoca experiencia del viaje

Muestra sobre turismo enfoca experiencia del viaje

CHICAGO (AP).- Los primeros turistas del mundo fueron peregrinos y sabios que viajaban a sitios sagrados e importantes en busca de iluminación.  Actualmente, cientos de millones de personas hacen viajes internacionales todos los años por negocios, por placer, para ver las obras maestras en el Museo del Louvre en París o la réplica de la Torre Eiffel en Las Vegas.

Una nueva exhibición ha copado todo el Museo de Arte Contemporáneo para examinar el arte, la historia y la cultura desde el punto de vista del turista.

Las fotografías del artista japonés Kyoichi Tsuzuki presentan escenas humorísticas e inusuales de lugares públicos tales como una parada de autobuses en forma de fresa y las imponentes estatuas de la Isla de Pascua.

Un grupo de arquitectos holandeses creó imágenes digitales fantásticas de barcos de crucero con parques de diversiones flotantes, mientras que un artista estadounidense creó un modelo del Puente de Londres con un mecano.

“La idea de viajar no es sólo la de trasladarse en el espacio y la realidad, ni tampoco en aviones, sino dentro de la mente’’, dijo el curador Francesco Bonami. “Viajar por medio de las narraciones de otra gente, las experiencias de otros, para crearse una experiencia propia’’.

Hace cinco años se le ocurrió la idea de la exhibición, titulada “Experiencia universal: el arte, la vida y el ojo del turista’’, cuando contemplaba imágenes de la Feria Mundial de Chicago de 1893. La feria atrajo 27 millones de visitantes en seis meses, una cifra numerosa en la era anterior a los aviones.

“Empecé a pensar en una exhibición que fuese una experiencia en s풒, dijo Bonami.

Es la mayor muestra organizada por el museo, que puso momentáneamente en depósito su colección permanente para tener espacio suficiente.

La exposición empieza antes de que el visitante entre en el museo. En el exterior, una escultura de tamaño natural da la impresión de que un automóvil blanco que jala un remolque ha emergido de la tierra para materializarse súbitamente en la plaza del museo, lo que evoca caprichosamente los viajes familiares por carretera.

En el cuarto piso, las alfombras anaranjadas, las sillas de diseño moderno y los televisores que cuelgan del cielo raso crean el efecto de un salón de aeropuerto de alrededor 1970. Pero en vez de aviones, lo que se ve por las ventanas panorámicas es el viejo Tanque de Agua de piedra caliza, uno de los pocos edificios que sobreviven del incendio en Chicago de 1871.

La fotógrafa Catherine Opie, que está dedicando unos años a documentar una serie de ciudades estadounidenses para un proyecto, dedicó su parte de la muestra a la iluminación edilicia nocturna de Chicago, y no solamente de los edificios famosos. Una fotografía panorámica capta la belleza de una playa de estacionamiento en espiral detrás del Edificio John Hancock.

«Lo que me interesan son las ideas de identidad específica en distintas ciudades estadounidenses. Cómo se identifica esta o aquella ciudad, sea que uno viva en ella o la experimente desde afuera’’, explicó.

 Otros objetos de la muestra distorsionan la realidad: una foto muestra la recreación que hace Maurizio Cattellan del famoso signo de Hollywood en un vertedero de residuos de Palermo, Italia, un proyecto que describe en el catálogo de la exhibición «como esparcir polvo de estrellas sobre el paisaje siciliano’’.

Al igual que los viajes pueden desembocar en situaciones incómodas, algunas de las muestras presentadas pueden resultar inquietantes.

Una serie de fotos dispuestas como carteles de una agencia de viajes ofrece un comentario irónico sobre el legado de la Guerra de Vietnam. Superpuesto sobre una foto de una playa paradisíaca se lee el mensaje «Regrese a My Lai por sus playas’’.

Otra parte de la exhibición muestra revistas pornográficas y fotografías de guerra, y un vídeo en blanco y negro, en cámara lenta, de una parada de autobuses en el campo de concentración de Auschwitz examina la idea del «turismo trágico’’.

Pero una visión de romance y belleza, la Torre Eiffel, es la imagen más notoria. Es una atracción turística «que se ha convertido en una obra de arte. Y después está la ‘Mona Lisa’ que se ha convertido en cambio en una atracción turística’’, dijo Bonami.

Bonami confió en que los visitantes se vayan con una nueva apreciación de su papel como espectadores del arte.

«Me agradaría que sintieran que el arte, con todas sus fallas y fracasos, es el último territorio inexplorado… en el que uno puede sentir que no es turista’’, dijo Bonami. «Uno puede sentir que ha hallado un territorio no visto antes y que uno se encuentra en él, libre de explorarlo como quiera’’.

«Uno puede contemplarlo si lo desea, puede interrogarlo si quiere o puede desecharlo y tratar de buscar otra cosa’’, agregó.

Después que la exhibición cierre el 5 de junio pasará a la Galería Hayward en Londres.

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