POR ODALIS MEJIA
Para demostrar que pese a sus discapacidades son entes productivos,  decenas de personas  demostraron ayer en el Conde Peatonal cuantas cosas pueden hacer: desde artesanía, masaje, productos de limpieza, ropa interior, cojines y otros artículos.    

Las exhibiciones formaron parte de la “Primera feria de los derechos de las personas con discapacidad”, que coordinó la Red Iberoamericana de Entidades de Personas con  Discapacidad.

 Allí se puso de manifiesto la dedicación y empeño de los discapacitados por demostrarle a la sociedad cuan  útiles pueden ser. Uno de los casos es  Aura Cabrea Luperón,  una no vidente de 50 años que puede realizar artesanía. Ella es parte de un grupo de 17 estudiantes del Patronato Nacional de Ciegos quienes han aprendido diferentes artes.

“Me siento bien, como una maravilla porque me siento que veo como ustedes y le doy gracias a Dios y a todos los profesores del Patronato que nos han enseñado para nosotros vivir y depender de nosotros mismos. Me fascina mi trabajo”, expresó Cabrera.        

La arquitecta Nadia Rondón es la  coordinadora de las clases y  con orgullo muestra cada una de las piezas elaborada por sus estudiantes explicando cada detalle y  particularidad de sus alumnos.

Rondón dice que muchas veces se sorprende con la facilidad y el instinto natural que sus alumnos responden ante los retos del programa. No esconde su emoción al tratar  de responder  como los no videntes pueden identificar los colores, asociándolo con los estados de las frutas u otros elementos de la naturaleza, es decir el azul con el mar. Pero para evitar equivocaciones los frascos son identificados con agujeros. 

En cuanto a las  texturas son captadas rápidamente por los no videntes, gracias a su desarrollado tacto.

Rondón narró que su sorpresa fue grande cuando incorporó el barro, ya que la creatividad de sus alumnos salió a flote y la producción de artículos aumentó considerablemente y hasta en una hora hacen una figura. Las clases  de artes son impartidas una vez a la semana en el Patronato.

LARGA LUCHA

 Lino Delgado, presidente de la Junta Directiva de la Fundación Dominicana de Ciegos, destacó que los discapacitados han recorrido un largo y difícil camino para hacerse más “visibles” ante la sociedad. Entiende que ha valido la pena y el sacrifico y el esfuerzo.

  “Luchamos para hacernos sentir como personas, seres humanos que tenemos talentos y capacidades que podemos desarrollar”, dijo, tras apuntar  que la fundación se ha preocupado  por la integración laboral y social de los no videntes en diferentes áreas.

Además, de las exhibiciones de sus obras, en la feria los discapacitados realizaron presentaciones artísticas que estuvieron a cargo del grupo de baile de la Escuela de Sordomudo y del coro de la Fundación Dominicana de Ciegos.

CAMBIO

La feria fue inaugurada  la noche del jueves. En principio la actividad estaba pautada a celebrarse en el Parque Colón para lo cual los organizadores solicitaron  el permiso  al Ayuntamiento del Distrito Nacional desde el pasado mes.

 No obstante, un día anterior a la feria, el Ayuntamiento les comunicó que no podrían usar el parque, porque sería utilizado por el Despacho de la Primera Dama y la Secretaría de Cultura para la celebración de la VI Feria Artesanal Navideña.

PATROCINADORES

 La actividad se ejecutó en el marco de un  proyecto de promoción para la inclusión social y económica de las personas con discapacidad que contempla generar espacios para el contacto abierto con la ciudadanía.

Este proyecto es financiado por la Agencia  Española de Cooperación Internacional (AECI) y por la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica.

Entre las entidades dominicanas participantes en la feria estuvieron el Círculo de Mujeres con Discapacidad, Asociación Dominicana de Rehabilitación, Asociación Dominicana  de Personas con Discapacidad Físico Motora, Escuela Nacional de Sordomudos, y otras.