Mujer balea a su esposo y luego lo lleva al hospital

Mujer balea a su esposo y luego lo lleva al hospital

POR MARIEN A. CAPITAN
Cuando Máximo Rodríguez llegó sangrando al hospital Francisco Moscoso Puello nadie podía imaginarse que en lugar de haber sido atracado, como argumentó en principio, había sido herido de bala por su propia mujer, la misma que lo llevó a ese centro asistencial.

Fue después de haber recibido los primeros auxilios y se disponía su traslado hacia el Hospital Darío Contreras para que le extrajeran la bala que aún tenía alojada en el costado izquierdo del abdomen, que se supo la verdad: su consorte, cuyo nombre se desconoce, huyó dejándolo abandonado cuando otro hombre herido por ella en el mismo incidente en que hirió a su esposo la reconoció y responsabilizó de una balacera que tuvo lugar al mediodía de ayer en la calle Ramón Cáceres, de Cristo Rey.

Todo sucedió en la entrada de la emergencia del Moscoso Puello, donde la supuesta victimaria esperaba que sacaran la camilla en la que estaba Rodríguez –quien también tenía un golpe en la espalda- para introducirlo a un taxi y así trasladarlo a otro lugar.

En ese momento llegó Juan Payano, quien venía al hospital a causa de una herida de bala que le provocó una rotura en la pierna izquierda. Al ver a la señora, exclamó desesperado: «esa fue la que me pegó el tiro, agárrenla, no la dejen ir».

A pesar de sus gritos desesperados, ni el teniente de turno ni los demás miembros de la seguridad del hospital pudieron hacer nada para evitar la huida de la mujer, en el taxi que tenía el motor en marcha, y huyó raudamente.

Quedándose solo, Rodríguez decidió callar y no declaró nada acerca de lo que le había sucedido. Su acompañante había dicho al ingresar al hospital que se trataba de una vecina que le socorrió cuando fue atracado.

El que se escapara, por tanto, no sorprendía al personal médico puesto que es algo bastante normal en el caso de los heridos de bala: los que los llevan se marchan sin identificarse por miedo a que la Policía les aprese.

En este caso, asegura Payano, las cosas no son así: fue la propia mujer de Rodríguez que lo baleó durante una discusión cuya razón también se desconoce. Aunque él no estaba metido en el lío, cuenta que fue herido porque la discusión tuvo lugar en la calle y fue allí que la mujer disparó contra Rodríguez. Payano.

«Una mujer peleando con su marido fue que me hirió. Yo no tenía nada que ver con eso. Ella le entró a tiros y yo estaba cerca de él. Yo vivo por ahí, detrás del Cedeplaza, estaba sentado en una silla y cuando me paré se me pegó el tiro».

Producto de ello, y porque no lo atendieron en el Moscoso Puello, terminó en la sala de emergencias del Hospital Darío Contreras. Allí se quejó de que los pacientes son dejados en las camillas y sin importar el dolor que tengan, no son anestesiados hasta que hay tiempo para atenderles. El dolor, por tanto, es insoportable y tan terrible como la propia espera.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas