Mujer dejó de ser el sexo débil

Mujer dejó de ser el sexo débil

La socialdemócrata Laura Chinchilla ha ingresado a los anales de la historia latinoamericana, al convertirse en la primera mujer elegida libremente para desempeñar la presidencia de la Costa Rica.

Chinchilla, candidata oficialista del Partido Liberación Nacional (PLN),  ha sido declarada vencedora de la elección presidencial del pasado domingo, al obtener el 47 % de los sufragios emitidos, aventajando con más de 20 puntos  a su rival más cercano, Otton Solís, del centroizquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC).

Se une a otras mujeres de América Latina que con anterioridad accedieron a la presidencia en sus respectivos países, como Michelle Bachelet, en Chile, Cristina Fernández de Kirchner y María Estela Martínez de Perón, ambas en Argentina.

Chinchilla Miranda,  51 años, es una líder política costarricense y politóloga de profesión. Asumirá el cargo el 8 de mayo por un periodo de cuatro años.

Casada con un abogado español y madre de un hijo, la presidenta electa está considerada discípula del mandatario saliente y premio Nobel de la Paz, Oscar Arias. No obstante, ella ha tenido una exitosa carrera en la administración pública de su país, entre los que sobresalen los de Ministra de Seguridad y de Justicia y Vicepresidenta de la República. Según analistas políticos, a diferencia de los comicios de hace cuatro años, cuando el debate sobre la firma de un tratado de libre comercio con Estados Unidos estuvo a punto de costarle el triunfo a  Arias, estas elecciones se decidieron en gran parte por otra cuestión muy diferente y que preocupa sobremanera a los costarricenses: la lucha contra el crimen.

Además, se da como un hecho que la nueva  gobernanta continuará las políticas de su predecesor y protector, y que esto se reflejará particularmente en materia de política económica, verificándose,  entre otros aspectos, en el impulso a la ratificación de tratados de libre comercio con la Unión Europea, China y Singapur. Ella prometió la privatización de algunas actividades que actualmente están en manos del Estado.

Su victoria ratifica, una vez, que la mujer ha dejado de ser el sexo débil en América Latina, y que en el ámbito político el género femenino es equiparable al hombre y está en condiciones de superarlo en la gestión pública.

A pesar de que el electorado dominicano no ha tenido la oportunidad de elegir a una mujer presidenta, esta posibilidad aumenta cada vez más. Encabeza la lista la doctora Milagros Ortiz Bosch, PRD, seguida de la primera dama, Margarita Cedeño de Fernández, y otras que serían prolijos mencionar. 

Citamos Mujeres que han gobernado el Estado con extraordinario don de mando como Margaret  Tacher, Corazón Aquino,  Indira Gandhi, mujeres que dejaron huellas en la historia.

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