POR ROSA ALCANTARA
La  vicesíndica del Distrito Nacional,  Alexandra Izquierdo, reclamó que sean aplicados en términos reales, y dejen de ser enunciados virtuales y teóricos,  los derechos políticos, económicos y sociales consagrados a la mujer en la Constitución de la República.

La dirigente política sostuvo que la mujer dominicana está preparada académica, política, profesional, moral y emocionalmente para asumir el rol de dirigir el Estado con eficiencia porque a través de los últimos años lo ha demostrado en importantísimas instancias públicas y privadas.

Izquierdo expuso esos conceptos en  la conferencia   “Situación de la mujer en los gobiernos locales”, en el Centro Cuesta del Libro, con el auspicio de la Federación de Mujeres Empresarias Dominico-Internacional.

Llamó a las mujeres a convertirse  en  una fuerza moral que las haga merecedoras de las posiciones de mayor poder de decisión y  liderazgo, para que el país reciba de sus  ideas, preocupaciones y soluciones, que a la luz de la experiencia, dijo, son más inclinadas al consenso que a la confrontación.

Advirtió  que las mujeres que militan en los partidos y que construyen carreras políticas no pueden proponerse llegar a la cima  de los poderes públicos con el mismo desparpajo del que predica “quítate tú para ponerme yo”.

Subrayó que las mujeres políticas no pueden ser más de lo mismo, pero con falda, pintalabios y aretes.

Resaltó las posiciones alcanzadas por mujeres como vicepresidenta de la República, secretarias de Estado, magistrados electorales y judiciales, legisladoras, síndicas y regidoras.

Mencionó, asimismo,  la ascendencia de la mujer hasta los rangos de generala, coronelas y otros en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

Izquierdo consideró que en el país  tiene que darse  lo que ha ocurrido en Panamá, Nicaragua,  Argentina, Chile, Filipinas, Alemania y en otras naciones donde las mujeres han sido electas para conducir el Estado.

Reconoció los aportes del hombre en la constitución de la República y defensa de la nacionalidad, empero, expresó que  como demuestra la historia republicana, en el camino, las ambiciones se han desbordado, los mesianismos de hombres que se han considerado predestinados  han pateado las libertades y han alimentado  envilecimientos de las mujeres.

Indicó que en ese camino el ejercicio político  se ha desprestigiado por las prácticas corruptas o por la tolerancia de la impunidad, por el permisivismo o por el ventajismo.

Dijo que  la democracia dominicana es coja y anémica en lo que respecta al grado de participación de los ciudadanos.

Expresó que las mujeres constituyen la mitad de la población y sin embargo su representación en los estamentos del Estado es baja.  De 134 síndicos, 17 son mujeres, hay menos  regidoras y de 30 senadores, solo dos son mujeres y de 143 diputados hay 33 diputadas.

Demandó una participación de género más equitativa.

Añadió que es necesario acelerar el paso para dictar las leyes y establecer los mecanismos de aplicación que sean más efectivos para constitucionalizar en los hechos la igualdad de derechos de hombres y mujeres.