Mujer-femenina-hembra

Mujer-femenina-hembra

Hace muchos años escribí dos largas notas acerca del “feminismo” -plan de acción y doctrina- y sobre la feminidad mirada como “desprendimiento” natural de la hembra humana. Hoy reproduzco un breve fragmento: Hace algunos meses, en mi programa de televisión, me referí a la condición sexuada de la vida humana. Esto es, los seres humanos están instalados en un cuerpo; y ese cuerpo es de varón o es de mujer. La condición sexuada de la vida humana tiñe todas las actividades que realizan el hombre y la mujer. No se trata de nada sexual, de nada genital; lo que digo no se refiere a la actividad sexual de la pareja humana.

Julián Marías, el filósofo español, ha escrito un libro titulado “Antropología metafísica”. Ese libro, traducido ya al inglés, contiene algunos apartados en los cuales se expresa que la razón puede ser femenina o masculina. La razón misma tiene un carácter sexuado. Cuando el hombre y la mujer se asoman a una ventana ven en rigor dos paisajes diferentes, aunque miren hacia el mismo lugar. La mujer organiza jerárquicamente las flores, las plantas, los animales, los sembrados, en forma radicalmente distinta de cómo los organiza el varón. No se trata de que la inteligencia del varón sea superior a la de la mujer. La mujer puede ser inteligentísima, pero aplica su inteligencia a zonas distintas de la realidad que aquellas donde la aplica el hombre.

Jamás ha habido una mujer que sea gran matemática, como Vieta, Fermat o Newton. La belleza de los teoremas emociona de modo distinto al hombre y a la mujer. El hecho de que dos y dos sean cuatro, tanto para hombres como para mujeres, no debe desorientarnos con respecto a la condición sexuada de la inteligencia.

Lo macho y lo hembra son asuntos biológicos. Lo masculino y lo femenino son cuestiones históricas. La idea que el hombre tiene de la feminidad es una construcción histórica. Y lo mismo pasa con la idea que la mujer tiene de la masculinidad. Lo masculino y lo femenino son realidades bipolares que se definen recíprocamente. Cuando se obscurece esa relación opuesta empieza a andar mal la sexualidad y la psique. ¿Nos está ocurriendo actualmente?

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