Mujer, joven y emprendedora

Mujer, joven y emprendedora

El reto de ser mujer en una sociedad que aún se enfrenta a la inequidad de género en múltiples disciplinas y clases sociales, a veces se hace mayor cuando además se es joven y más que con experiencia, se cuenta con ganas e ideas para emprender un proyecto exitoso.

Aún así hay quienes deciden echar la carrera y aprovechan todas las oportunidades que estén a la mano para destacarse y demostrar el talento que se tiene, incluso si eso implica abandonar el área de formación profesional y seguir lo que realmente le apasiona.

Este es el caso de Paulette Pérez, joven dominicana que complementa sus estudios en Finanzas, Administración y Mercadeo con su pasión por el mundo de la gastronomía y crea el restaurante Loretta.

Desde hace año y medio está al frente de este novedoso concepto, fruto de su experiencia como estudiante en Francia. “En París son muy típicos los bistro, los cafecitos y, allí, en la ciudad del amor, me enamoré de esos cafecitos, dando forma a una idea que venía inquietándome desde mis últimos años de estudio en el colegio.

Me enamoré de los restaurantes eclécticos, de la decoración súper loca que tú no ves en ningún lado. Con esa idea, y con la de que mi mamá, quien ha sido mi colaboradora en el proyecto, hemos logrado emprender este negocio”, comenta.

Sus escasos 24 años no le han impedido desarrollar fortalezas y una gran experiencia al frente de Loretta, aunque -claro- ha tenido sus retos.

“En este tipo de negocio se maneja mucho el concepto de que un hombre es quien manda. Para mí lo más difícil es manejar un equipo conformado en un 80 o 90 % por hombres, y que con la edad que tengo y siendo mujer, puedan respetarme. Desarrollar ese liderazgo ha sido mi mayor desafío. Creo que poco a poco hemos logrado tener un equipo con el que yo nunca he tenido problemas de irrespeto por mi edad, pero sí por ser mujer he tenido que apretarme los pantalones un poquito más. Ser mujer me ha ayudado porque soy más detallista y puedo manejar muchas cosas a la vez.

He sacrificado mucho pero también he podido crecer, despojarme de miedos y adquirir una experiencia que me hace sentir que puedo conquistar el mundo”, señala.

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