“Yo he tenido muchas complicaciones de salud, problemas psicológicos, psiquiátricos. Tengo problemas en la barriga. He tenido  dos operaciones con pronósticos reservados. Trauma en los muslos y se me ha caído el pelo”.

Quien así habla es la mujer que sometió a la justicia al estudiante de medicina Franklin Polanco Vargas, a quien  acusa de inyectarle en su cuerpo una sustancia invasiva, cuando le practicó un blanqueamiento en los muslos y una vaginoplastía.

La mujer, cuyo nombre se omite por razones de pudor, confesó en el Tribunal de Atención Permanente del Distrito Nacional, en la audiencia del pasado 21 de marzo, que ahora confronta problemas en su vagina. De ahí que dijo: “hoy, mi esposo puede decir que lo que tiene a su lado es una compañera y no una esposa, como debe ser”.

En presencia de Polanco Vargas, quien trabaja con la técnica de efecto Brush,  la mujer declaró que intentando repararse el daño ocasionado, tiene 80 puntos en su vientre, de las cirugías que se ha hecho para corregirse el problema.

Manifestó  que la sustancia que le inyectó  el hombre que creía era médico le recorrió el cuerpo hasta las costillas. Lo detectaron con otra operación.

 El imputado negó los cargos que se le atribuyen del procedimiento realizado el 18 de noviembre de 2010, donde se alega que le colocó en el cuerpo “polimetil-metálico.  Pero la querellante le narró al juez José Alejandro Vargas: “Yo me vi motivada a ir a su clínica porque vi en un programa las cirugías que él hacía. Me dijo que eso era un procedimiento ambulatorio  y rápido.