Mujeres blancas mayores indecisas entre Obama y McCain

Mujeres blancas mayores indecisas entre Obama y McCain

Washington, (AP).- En las pasadas elecciones presidenciales de Estados Unidos, Veronica Deveso ya te hubiera dicho a estas alturas a quién le daba su respaldo y por qué, pero no en esta ocasión.

Todo lo que desea Deveso, de 56 años, quien trabaja como despachadora de taxis en Hamburg, Nueva York, es un candidato «con un plan sólido que haga algo, cualquier cosa», para impulsar la economía y ponga fin a la guerra de Irak. Insatisfecha con lo que ha escuchado hasta el momento en la campaña, sigue indecisa. «Podría inclinarme por cualquiera», dice.

En la misma situación que ella hay muchas más. Mujeres blancas de 45 a 64 años, que al igual que Deveso, son uno de los bloques más codiciados y por ahora apoyan por partes iguales a Barack Obama y John McCain, pero están dispuestas a votar por cualquiera de los dos, según una reciente encuesta de Associated Press-GfK.

Hay muchas en su misma situación, también a la espera de que cualquiera de las dos campañas presidenciales les haga creer.

Estas son las mujeres de la generación nacida en la postguerra. Muchas están acostumbradas a lidiar simultáneamente con empleos y familias, y a menudo a menudo están muy conscientes con las presiones económicas de sus familias, porque son ellas quienes pagan las cuentas, compran los alimentos y llenan el tanque de gasolina de sus vehículos.

Son combativas, están acostumbradas a exigir respuestas y a tomar decisiones. Con una economía mundial al borde de la recesión, ahora exigen que los candidatos presidenciales den soluciones concretas a la crisis financiera y otros problemas.

 

«Existe una sensación de precariedad» entre esas mujeres, señala Frederick Lynch, profesor de la Universidad Claremont McKenna, de California, que está escribiendo un libro sobre la generación nacida en la postguerra. Las mujeres de esa generación son «un poco más despiertas: saben que pasan cosas malas, que la gente se puede enfermar, uno puede perder el empleo, y no tienen problema en admitirlo», agrega.

Como grupo, esas mujeres blancas, mayores, aún no se han dejado convencer por ningún candidato, en contraste con las mujeres negras e hispanas, que respaldan a Obama, en la misma proporción mayoritaria de los hombres de grupos minoritarios. Están divididas entre McCain y Obama, y se identifican como demócratas o republicanas en el mismo número, según la encuesta de AP-GfK.

«Si salen con algo sobre la economía que realmente me hace sentir que pueden manejar bien la situación», eso ayudaría, señaló Rae Ann Priester, de 52 años, de Fresno, California, que se inclina hacia Obama pero que podría cambiar de opinión. «Es como si estuvieran esquivando el tema».

Un 44% de ellas es persuasible y permanecen totalmente indecisas o favorecen a un candidato pero podrían cambiar de opinión. Es un porcentaje mayor del 33% de todos los votantes que aún podrían ser persuadidos.

«Si uno ha llegado a esta edad como yo, es difícil decidir, señala Deborah Nance, de 56 años, de Wilmington, Delaware. «Ir con el candidato maduro que podría ser elegido y que puede morir al día siguiente, o con el hombre más joven a quien no llegas a conocer del todo», agregó.

La división del voto en partes iguales contrasta con la tendencia general, que según las encuestas se inclinan hacia Obama desde que la crisis financiera se intensificó en semanas recientes. Y mientras que los votantes le tienen más confianza a Obama que a McCain en relación con la economía, las mujeres nacidas en la postguerra están divididas en partes iguales sobre cuál es el candidato más calificado en ese terreno, aunque muchas afirman que Obama entiende mejor cómo les afecta la crisis financiera, según la encuesta AP-GfK.

La encuesta fue realizada en septiembre, antes que Obama y McCain publicaran sus planes económicos.

Las mujeres indecisas nacidas en la posguerra tienen dos características que le dificultan las cosas a Obama.

En su mayoría no tiene estudios universitarios y los blancos con menor educación han sido un grupo muy difícil para Obama. Ese bloque apoyó a Hillary Rodham Clinton en las elecciones internas del Partido Demócrata.

«Nos sorprendió de que no recibiera la nominación», dijo Deveso, blanca y de edad mediana. «En mi opinión, ella tenía el equilibrio perfecto» en el campo de la experiencia.

De todos modos, hay señales de que a Obama le va relativamente bien con las mujeres de la generación de posguerra.

El estrecho margen que tiene con McCain es mejor que el que tenía candidato presidencial demócrata del 2004, John Kerry. Las mujeres blancas de 45 a 64 años favorecían a Bush en ese años en una proporción de 12 puntos.

En una reciente encuesta de AP-GfK, más mujeres nacidas en la postguerra dicen que Obama entiende mejor que McCain a la gente como ellas. De otro lado, la mayoría considera que McCain le saca ventaja a Obama en el plano de la experiencia.

Considerando todo lo que hay de por medio, McCain ha centrado su esfuerzo en captar a mujeres blancas de edad avanzada mediante avisos de TV, correspondencia y llamadas telefónicas, con un mensaje que trata sobre la preocupación por la economía, destacó Sarah Simmons, director de estrategia de campaña. Ese mensaje es reforzado con la candidata republicana Sarah Palin, quien logra «una profunda conexión con ellas».

La campaña de Obama realiza discusiones, debates en sitios de opinión en el internet y fiestas privadas para mujeres, difunda avisos en los medios sobre la igualdad de salarios y otros asuntos en programas de televisión que atraen a televidentes mujeres. La vocera de la campaña, Moira Mack, dijo que las mujeres tendrán «un papel importante en las elecciones de este año».

La encuesta de AP-GfK fue realizada entre el 27 y 30 de septiembre, e incluye entrevistas telefónicas entre 808 votantes registrados, con un margen de error del 3,4%. En ese grupo había 135 mujeres blancas de 45 a 64 años, con un margen de error promedio de 8,4 puntos.

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