La incidencia  del VIH-sida    es más elevada en los bateyes, debido al bajo nivel educativo de sus moradores, afirmó ayer  David J. Losk.

“Mientras menos educación, más enfermedad”, precisó el representante del programa de salud de la Embajada de  Estados Unidos, e indicó que las mujeres son los grupos más vulnerables.

Refirió que cuando  una mujer no trabaja, las trabas y dificultades a enfrentar son mayores que cuando son independientes en términos económicos.

En ese sentido, Losk favorece la implementación de  programas de capacitación que permitan su formación y consecuentemente, la posibilidad de  conseguir un trabajo digno.   

De su lado, Eddy Pérez Then, quien tiene un PhD en salud global, dijo que se  hace un estudio sobre el consumo de alcohol y otras sustancias en los bateyes del Suroeste, por considerar que este factor también está muy vinculado a la problemática.

“De hecho hemos visto en esa zona un gran consumo de alcohol y otras actividades vinculadas a su cultura”, precisó.

La prevalencia de sida en los bateyes es de un tres por ciento, lo que tiene que ver mucho con su modo de vida y de interactuar.

 Los tres expertos en temas de salubridad manifestaron su preocupación por la situación que se vive en los bateyes  y esperan que se adopten medidas para mejorar la situación en la zona.

Es en los bateyes donde se registra la mayor cantidad de afectados de VIH/sida.