La presidenta de la Federación de Mujeres Modernas, Sarah Solís, expresó hoy su respaldo al ministerio de la Mujer, en lo que llama absurda pretensión de despojar a esa instancia de sus funciones de defender y promover los derechos y mejoría de las condiciones de vida del género femenino.
En una declaración suministrada hoy a la prensa, Solís deplora que conforme un proyecto de ley de la autoría del senador Félix Bautista, se pretenda prácticamente anular al ministerio que preside la licenciada Janet Camino, al traspasar parte de sus funciones fundamentales a la Procuraduría General de la República.
“Se trata de una aberración, ya que las luchas de las mujeres para tener un ente estatal que establezca las políticas de género, ha sido un esfuerzo permanente y de años de muchas generaciones de las que hemos luchado por alcanzar este importante objetivo”, precisó Solís.
Expresó que tanto las integrantes del Foro de Partidos Políticos como en especial las mujeres del Partido Revolucionario Moderno (PRM) rechazan tales pretensiones en contra de lo que inicialmente fue la Secretaría de Estado de la Mujer y hoy es Ministerio de la Mujer, que debe ser mantenido como el organismo rector de los intereses de la mujer en términos de su vida y desempeño político, económico y social.
Sostuvo que en vez de anular o limitar las funciones de ese ministerio, lo que debe hacer el Estado, desde los poderes Legislativo y Ejecutivo, es asignar las partidas presupuestarias necesarias para que esa entidad pueda desarrollar con eficacia políticas para atender los feminicidios, la violencia intrafamiliar y en las calles, limitaciones para su formación, adecuada inserción laboral y otra situaciones que obstaculizan el pleno desarrollo de las potencialidades del género femenino.
“Lo que el Ministerio necesita no es que les sean reducidas o anuladas sus funciones sino que se le dote de los recursos con que pueda ejecutar políticas y programas enfocados de manera puntual en el desarrollo de la mujer, y crear las interconexiones necesarias con otras instancias del Estado para que todos a una trabajemos en un área tan compleja y especializada como es la situación de la mujer
Puntualizó que supeditar al Ministerio a otras dependencias del Estado es tratar a las mujeres como si fueran niños que por su condición de menores no pueden adoptar decisiones por cuenta propia, lo mismo que enmarcarla en el ámbito general de la familia, cuando las mujeres son más de la mitad de la población.