Afirman estas estancias carecen de luz, agua y medicamentos
Pasar del maltrato de una pareja a ser recibida en una casa de acogida sin medicamentos, ni luz ni agua, con una alimentación escasa y siendo humillada por parte del personal de asistencia es el martirio que un grupo de 15 mujeres afirma haber vivido mientras estuvieron en esos refugios a mediados del año pasado.
Perla Marina Núñez, quien duró más de dos meses en estas casas junto a cuatro de sus niños, aseguró que allí las asistentes sociales presionan de diferentes formas a las mujeres para que se vayan cuanto antes, pese a que en muchos casos su agresor todavía se encuentra en libertad.
De forma similar, Yesenia García, madre de dos hijos que sufrió un ataque de palos de parte de su pareja, narró que antes cumplir un mes en uno de estos refugios ya la presionaban para que abandonara el sitio aun cuando su victimario todavía seguía libre.
Por su lado, Jessica Montero duró dos semanas en uno de estos refugios con tres niños, quienes se enfermaron en varias ocasiones supuestamente por la comida que les servían.
Patricia Ramírez, quien estuvo cerca de un mes en dos casas de acogida, relató que se vio en la necesidad de hacer una huelga de hambre para captar la atención de la entonces ministra de la Mujer, Janet Camilo, pero que esta mantuvo una actitud fría e hizo caso omiso a los reclamos.
El grupo le exige a la exfuncionaria que explique cuál fue el destino de los millones de pesos asignados a esas estancias y reclama una indemnización por los abusos cometidos.
Deplora que estos problemas en los refugios persistan incluso después del cambio de Gobierno.