Mujeres especialistas

Mujeres especialistas

-Tengo una especialidad en el tratamiento de hombres; la experiencia me ha permitido alcanzar “concentración en asuntos sociales, laborales y sexuales”. Para los hombres, enfermos siempre de bravuconería, las mujeres somos un tónico psíquico, un verdadero medicamento hematopoyético. Eso fue lo que permitió a Cleopatra manipular poderosos generales romanos; Josefina, la emperatriz de la Martinica, manejaba a Napoleón sin ayuda de ningún ungüento. El hombre, como se sabe de sobra, es un animal ñoño; le gusta que le sirvan su taza de café, que le tengan reservado su puesto, en la mesa de comer o en la reunión de trabajo.

-Un hombre que duerme satisfecho, después de haber hecho el amor, amanece “dando brinquitos”, como decía mi abuela, criada en tiempos de mucho machismo. La mayor parte de los hombres pretenden ser unos “machos cabríos”; desde luego, lo son por poquísimo tiempo, aunque alardean continuamente. Escuché callado la declaración de la “especialista en hombres”. Tendría unos cuarenta años, ojos grandes y negros, el pelo recortado a la última moda; parecía salida de la televisión europea: madura, bien conservada, con ropa elegante, ajustada al cuerpo. Hablaba con fluidez, desenfado y seguridad. –He trabajado aquí y fuera de aquí; con mujeres especialistas en administración de empresas, en conservación de obras de arte.

–La política y los negocios no pueden funcionar sin información, ni “relaciones públicas”. Los datos más valiosos son los que conciernen a las relaciones entre personas: amigos, familiares, socios, novios, amantes. La relación íntima más frecuente sigue siendo la de hombres y mujeres. Claro, ahora hay parejas de varios tipos, “trípticos sexuales” novedosos. Pero la especialidad mejor posicionada hoy es la que yo practico; también es la de más prestigio y la más “bien vista”.

–¿Dónde trabaja usted actualmente? ¿Está vinculada a alguna empresa multinacional? –No; desde que vine de Nueva York estoy desempleada; he dejado mi currículo en una institución “on-line”. Pero me han dicho que en este país se avecina una contienda electoral y se necesitarán los servicios de personas como yo. También me informaron que existe una división gubernamental, llamada DNI, que está reclutando mujeres especialistas en diversos campos, para establecer modalidades modernas de trabajo. Pienso que tal vez yo podría “aplicar”.

 

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