Mujeres frontera viven bajo dura discriminación

Mujeres frontera viven bajo dura discriminación

Santo Domingo, (EFE).- Las mujeres en la frontera dominicano-haitiana viven una situación «muy dura» por la discriminación económica, política y social que sufren cada día, denunció hoy el Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM).

   En un comunicado con motivo de celebrarse mañana (hoy) el Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres, el SJRM aseguró que «ni los esposos ni las autoridades, en general, respetan los derechos» de las mujeres en la frontera norte del país. Las mujeres comúnmente carecen de fuentes de ingresos.

Esas mujeres “  se dedican al trabajo en el hogar y no tienen una fuente de ingresos que les permitan ser independientes de sus maridos», señaló el documento.

Esa dependencia genera  maltratos, comúnmente.

«es muchas veces la causa de los maltratos por parte de los esposos».

   La organización criticó que en mayoría de los casos relacionados con la violencia intrafamiliar no son denunciados y que cuando se hace «las autoridades no le dan el seguimiento necesario para evitar la muerte o mutilación de una mujer indefensa que, además, suele dejar varios niños huérfanos o desatendidos».

   Las dominicanas que han emigrado del campo a la ciudad o a otras localidades del país trabajan principalmente en las zonas francas o como domésticas, mientras que las que emigran desde Haití a República Dominicana laboran como vendedoras ambulantes, en pequeños comercios, como domésticas o en el sector agrícola.

   La organización Solidaridad Fronteriza, del SJRM, denunció también que las mujeres que trabajan en el mercado binacional, que se celebra los lunes y los viernes en Dajabón (noroeste dominicano) sufren más maltratos que los hombres.

   Las mujeres allí son objeto de robo, maltrato físico, acoso sexual por parte de militares.

   De acuerdo con el SJRM, cuando éstas cruzan la frontera ilegalmente, militares y algunos hombres de las comunidades se aprovechan de su situación y las violan, «incluso delante de sus esposos».

   En la localidad Juana Méndez (del lado haitiano) las mujeres sufren más agresiones que las dominicanas.

   «Las que cruzan (desde Juana Méndez) a trabajar en casas de familias de Dajabón reciben maltrato de los militares en la puerta de Aduana y en las calles», aseguró.

   Además, reciben un salario más bajo que el se le pagaría a una dominicana.

   «Estas mujeres sufren una doble discriminación por ser mujeres y por ser haitianas», expresó el SJRM. EFE

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