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POR FERNANDO QUIROZ
Las dominicanas jóvenes son las más proclives a ser maltratadas, reveló el estudio «Violencia conyugal en la República Dominicana: hurgando tras sus raíces».Indica que las dominicanas de 20 a 34 años tienen mayor riesgo de sufrir violencia física y emocional, mientras que las de mayor edad, entre 45 a 49 años, tienen menos posibilidades.
Esta investigación fue realizada por Francisco Cáceres y Germania Estévez, de la Asociación Dominicana Pro-Bienestar de la Familia (PROFAMILIA). El estudio fue auspiciado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
Cáceres, investigador de PROFAMILIA, expuso ayer los principales hallazgos de la investigación en una conferencia en la sede de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE).
Citó que el 24% de las mujeres de 15 a 49 años de edad han sido víctima de agresiones físicas. En Enriquillo, Barahona, ese porcentaje se eleva a 30%. En el este del país es de 22%.
De las maltratadas, 52.3% son víctimas de sus maridos; 13.9% de las madres; 10.4% de los ex maridos; 10.3% de los padres y 4% de no parientes.
La participación de Cáceres fue analizada por un panel integrado por María Jesús Pola, vicepresidenta de la junta directiva de PROFAMILIA, y miembro del Centro de Estudios de Género del INTEC; Rosa Fernández, encargada de la Dirección de Defensoría de la Secretaría de la Mujer y Mirna Flores Chang, coordinadora del Proyecto Violencia Basada en Género de PROFAMIALIA.
El doctor Marcos Villamán, director del Consejo Nacional para la Reforma del Estado (CONARE), hizo de moderador. Planteó la necesidad de enfrentar esa «casi epidemia» de la violencia contra la mujer. Cree que uno de los grandes problemas del país es la ruptura entre conocimiento y planificación
Carlos Dore Cabral, director de investigaciones de FUNGLODE, pronunció las palabras de bienvenida. Dijo que ese tema es uno de los menos estudiados científicamente en el país pese a ser uno de los grandes problemas de la Nación, por sus implicaciones familiares.
Al establecer la proclividad que muestran las más jóvenes a aceptar la violencia intrafamiliar, el estudio de PROFAMILIA plantea la hipótesis de «que las mujeres más viejas tienden a olvidar o no reconocer eventos violentos como tales».
Además, plantea la posibilidad de que haya «habido un retroceso en cuanto a las conductas masculinas, que se traduce en eventos de violencia contra su pareja».
«Cuando se trata de la violencia emocional, este mismo grupo (20 a 34 años) aparece como el más propenso a recibir maltrato por parte de la pareja o ex pareja y más grave aún es que las adolescentes experimentan riesgos de violencia emocional similares a las adultas jóvenes», recoge.
Igualmente resalta que los grupos geográficos, socioeconómicos y demográficos donde los hombres son más propensos a perpetrar agresiones contra su pareja son precisamente aquellos en los cuales las mujeres presentan una percepción más débil acerca de los derechos.
Los investigadores afirman que dado que la violencia se postula como elemento condicionante de la salud reproductiva, ha de esperarse que ante la comprobada existencia de escenarios favorables a la violencia conyugal se produzcan situaciones que afecten la salud reproductiva de la mujer.
