Mujeres lideran sorpresivamente en los puestos de ciberseguridad

Mujeres lideran sorpresivamente en los puestos de ciberseguridad

Anders Melin y Jeff Green

Este año, la empresa American International Group incorporó a Linda Mills a su directorio, atraída en parte por sus conocimientos de ciberseguridad. En febrero, Wells Fargo Co. eligió a Suzanne Vautrinot para integrar su directorio por razones similares. Antes de eso, Walgreens Boots Alliance Inc. seleccionó a Janice Babiak.
Todas directoras, todas especializadas en ciberseguridad, todas mujeres.
En los últimos cinco años, conforme el robo de datos se convirtió en la principal preocupación de las compañías, 16 de las empresas más grandes de los Estados Unidos nombraron a uno o más directores con experiencia en ciberseguridad, diez de ellos mujeres, muestra un análisis de Bloomberg. Dada la escasez de mujeres en las salas de directorio –menos de una en cinco en el Índice Standard Poor’s 500-, ese aumento sorprendió a todos los involucrados.
“De pronto se nos valora”, dijo Jan Hamby, rectora del iCollege de la Universidad Nacional de la Defensa. “Ya no somos las pesadas que obligamos a la gente a tener contraseñas de doce caracteres que cambian a cada hora”.
La súbita preeminencia de mujeres como Hamby se remonta a las décadas de 1980 y 1990, cuando estas empezaron a trabajar en el desarrollo de software y los grandes volúmenes de datos porque esas carreras eran nuevas y no muchos se dedicaban a ellas.

Linda Hudson, ex máxima responsable ejecutiva de la subsidiaria estadounidense del contratista de defensa BAE Systems Plc, señaló que muchas mujeres se volcaron a la tecnología mientras que los hombres de ese sector industrial se centraron en las tareas de más alto perfil de construir tanques y misiles.

Nivelar la cancha. “Era un campo nuevo en el que se abrían oportunidades para los que estaban más calificados”, dijo Hudson, directora especializada en ciberseguridad de Bank of America Corp., Ingersoll-Rand Plc y Southern Co. “Eso niveló la cancha enormemente”.

En las fuerzas armadas ocurrió algo parecido. Hasta comienzos de los 90 las mujeres no estaban autorizadas a integrar determinadas unidades de combate, por lo que a menudo aceptaban puestos secundarios en tecnología de la información y telecomunicaciones.

Cuando Hamby ingresó a la Marina de Guerra en 1980, se la destinó al Centro Regional de Automatización de Datos de Washington, donde la mayoría de sus compañeros de trabajo eran mujeres.

“Uno ve muchas mujeres de alto rango con este tipo de especialización en las fuerzas armadas”, dijo. “Esto en parte es una reliquia de nuestro historial de limitar las oportunidades de las mujeres”.

Entretanto, los directorios de las empresas hoy buscan incluir en su composición a otras personas además de a hombres blancos. Como dice Hamby: “Estamos en un momento de la historia en que los directorios aceptan la diversidad y por lo tanto tratan de matar dos pájaros de un tiro”.

Sin embargo, el factor más importante es la repentina necesidad de ciberseguridad.
En 2010, menos del 10 por ciento de las empresas del S&P 100 identificaban la cibernética como un riesgo en sus informes anuales. Hoy día, lo hacen más de las tres cuartas partes de ella, de acuerdo con los datos que reunió Bloomberg.

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