En la zona maya del estado de Quintana Roo, sureste de México, una mujer crea auténticas obras de arte bordadas con punto de cruz, un popular bordado en el que usan puntadas cuya forma final es una equis, las cuales espera comercializar en la boyante zona turística de Cancún.
Neidy Hernández Segovia, doña Neidy, como la conocen sus vecinos, vive en la comunidad rural de José María Morelos, ubicada en el corazón de la zona maya de Quintana Roo, en los límites con los estados de Yucatán y Campeche.
En su casa, Neidy tiene una peculiar área de trabajo, el comedor familiar, el cual transforma en una especie de taller apenas se levantan los platos del desayuno. A la hora de diseñar y trabajar, la mujer es versátil, ya que hace desde vestidos hasta ropones para bautizos y ropa de bebé, pero su verdadera pasión es bordar cuadros de punto de cruz, o “xooc chuy”, como se le conoce en lengua maya, que le llevan de tres a cuatro años terminar. El costo de cada uno de esos cuadros, dependiendo de los materiales y la complejidad para elaborarlos, oscila entre los 10 000 y 16 000 pesos (entre 515 y 830 dólares).